El Unicaja, víctima de su relajación

El Unicaja de Málaga lo tuvo todo de su parte, pero perdió. El Madrid estuvo fuera del partido la mayor parte del encuentro, pero ganó. Los jugadores de Maljkovic no supieron administrar una ventaja que llegó a ser de 11 puntos en el tercer cuarto (39-50). Los de Scariolo, conscientes de su falta de brillantez y puntería ayer, decidieron ponerse el mono de trabajo y sacar el partido adelante a base de corazón. No tenían otra forma de obtener algo positivo del choque. Sólo es posible recurrir a la gran cantidad de partidos y viajes que lleva a cuestas el conjunto madridista bajo sus espaldas para explicar su caos y desconcierto.

Salió el cuadro malagueño mucho más concentrado al pabellón Raimundo Saporta que el local. El primer balón que llegó a Sonko se fue dentro desde la línea de los tres puntos. Avisado quedó el Madrid. Lo que vino después fue un arduo trabajo defensivo de los jugadores del Unicaja, que cegaron a los normalmente iluminados como Herreros (dos puntos en la primera parte) y compañía. De nada sirvieron los tres ruidosos mates con los que el pívot norteamericano Struelens machacó en los primeros minutos el aro rival.

El partido no disfrutó de detalles deslumbrantes. Incluso hubo momentos en los que el desbarajuste madridista se trasladó al bando andaluz.

Torpe en el ataque y despistado en la defensa se mostraba el Madrid en la primera parte. Un regalo que recibían con agrado Abrams y sus compañeros. Sin embargo, a pesar del ritmo renqueante, los blancos supieron llegar al descanso más o menos vivos (31-34). Y es que el Unicaja se empeñó en confiar toda su suerte a los minutos finales, en concreto a los últimos cinco. Fue un error gravísimo.

La remontada del Madrid se vivió intensamente, sudándose cada uno de los puntos. Djorjevic cogió de nuevo la batuta. Sus puntos y un fallo garrafal de Mrsic, que pisó la línea de fondo a falta de tres segundos, supusieron la desesperación malagueña. Curiosamente, el nuevo base madridista, Jaumin, un ex jugador del Unicaja, fue el que corroboró el triunfo final con un tiro libre.

El Joventut, en la nieve

El autocar en el que el Joventut viajaba ayer hacia Lleida, donde hoy debía enfrentarse al Caprabo, se quedó bloqueado por la nieve a 70 kilómetros de su destino. El encuentro se jugará el próximo miércoles.