ZARZUELAS CONTRAEL FRÍO VIENÉS

El barberillo de Lavapiés llegó por primera vez en su vida a Viena en una de las noches más gélidas. Pero a pesar de los 13 grados bajo cero del pasado jueves, los espectadores llenaron a tope la sala del teatro de Ópera de Cámara para participar en un estreno nunca visto: en la capital de la opereta, una zarzuela en castellano 'made in Austria', con artistas españoles. Bajo la batuta del valenciano José Fabra le dieron color y calor a la función el barítono Alfredo García y las sopranos Silvia Vázquez y María Amparo Navarro. 'Mis padres tienen una casa de vacaciones en España y yo por gusto comencé a coleccionar zarzuelas', dijo el gerente del teatro, Holger Bleck, casi como si tuviera que disculparse por su ocurrencia. Por haber traído a este país alpino algo tan incomprensible como esos viejos líos de Lavapiés. 'Pero cuando la música es tan buena como esta composición de Francisco Asenjo Barbieri, todo el mundo acaba por entender', constata el amante de la zarzuela. 'Además le dimos un toque vienés al incluir un acordeón para acompañar a los personajes del pueblo, o sea a Paloma y Lamparilla', añade. Este experimento no será el único en Austria. En marzo, el nuevo director artístico del Teatro Real de Madrid, Emilio Sagi, estrenará en la Volksoper de Viena La generala para cerrar esta temporada de invierno. Un invierno vienés flanqueado de zarzuelas.