Endesa se enfrenta al Gobierno de Jordi Pujol y exige una subida de las tarifas

Endesa se enfrenta al Gobierno de Jordi Pujol. Rafael Miranda, consejero delegado de la compañía eléctrica, manifestó ayer que la mejora de la calidad del servicio exigida por la Generalitat genera un coste 'que sólo se puede compensar subiendo la tarifa'.

La visita de obras a la nueva central eléctrica de ciclo combinado -generación con gas y vapor de agua- de Sant Adrià de Besòs (Barcelonès), que construyen conjuntamente Endesa y Gas Natural, se convirtió ayer en el escenario de una batalla dialéctica sin precedentes entre la compañia eléctrica y la Generalitat. Jordi Pujol reprendió públicamente a los gestores de Endesa por la mala calidad del servicio, tras varios meses de continuos cortes de luz y demandas de consumidores.

Pujol manifestó en presencia de Miranda que Endesa debe entender que es el 'único suministrador en Cataluña'. Elogió la inversión en las dos plantas de ciclo combinado, pero advirtió: 'No sólo necesitamos más energía, sino energía de más calidad'. Y añadió: 'Ahora hay que felicitarle por esta inversión, pero lo que tenga que decirle sobre otras cuestiones se lo diré en privado'.

Después de la presentación de la maqueta de la nueva central, Pujol y Miranda departieron a solas durante media hora. Posteriomente, Miranda respondió ante la prensa a las acusaciones de Pujol afirmando que el incremento de calidad del suministro eléctrico a que insta Generalitat por medio de sus decretos obliga a Endesa a 'solicitar incrementos de tarifas'.

Los dos grupos de ciclo combinado de Sant Adrià, que supondrán para Gas Natural y Endesa una inversión de 63.000 millones de pesetas, significan el 7% del mercado de la distribución en Cataluña. Con la instalación de estas plantas, Gas Natural inicia su andadura como empresa dedicada a la generación eléctrica en un mercado que cada día está más abierto a partir de las medidas liberalizadoras impulsadas por el Gobierno. La apuesta de Gas Natural por el sector eléctrico va en paralelo a la internacionalización de la compañía que ya obtiene más de la mitad de su facturación en los mercados de Latinoamérica. El presidente del grupo gasista, Antoni Brufau, proclamó ayer la vocación de Gas Natural de convertirse en un grupo de servicios multi utilitiy.

Por su parte, Endesa, con la planta de Sant Adrià, mejora sensiblemente sus activos destinados a la generación. A esta central se le sumará la puesta en funcionamiento de otra instalación de la misma potencia (400 megavatios), que está construyendo en Tarragona. Al margen de su apuesta por las modernas instalaciones de generación, que suplirán a los grupos nucleares en desuso -es el caso de Vandellós I- o de las centrales de fuel contaminantes y obsoletas, Endesa destina un mayor esfuerzo en la mejora de sus redes de transporte. La eléctrica ha incrementado sus inversiones en la línea en un 30% durante los últimos cinco años, 'pasando de los 66.000 millones previstos a los 89.000, que finalmente se han destinado a mejorar las redes', según un portavoz.

La ausencia de Rosell

Consciente de que las tarifas las decide el Gobierno central, Endesa aprovechó ayer el elegante, aunque solemne, rifirrafe de su consejero delegado con Pujol para pedirle a la Generalitat que utilice medios de presión a fin de subir las tarifas. El sector ha sufrido varios años de recortes del recibo de la luz y ahora recurre a la tarifa para financiar los esfuerzos exigidos en los decretos sobre calidad de la Generalitat. El pasado cuatro de diciembre, el Gobierno catalán aprobó dos decretos, cuya aplicación permitirá a los usuarios perjudicados por los cortes de luz ser indemnizados por la compañía. En caso contrario, la Generalitat impondrá multas de hasta 500 millones de pesetas.

Finalizada la visita oficial a las obras de la nueva central, el consejero delegado de Endesa y el presidente de Gas Natural asistieron a un almuerzo con el consejero de Industria, Antoni Subirà y con el director general de Energía de la Generalitat, Albert Mitjà. A la reunión, no asistió, pese a estar convocado, el presidente de Fecsa, Juan Rosell. Fecsa ha dejado de ser una empresa en el pleno sentido del término -se ha eliminado su consejo de administración- para convertirse en la marca catalana de la sociedad Endesa Distribución, vinculada a la matriz, que preside Rodolfo Martín Villa.