Bruselas pierde el pulso para controlar el mercado de las telecomunicaciones
Las autoridades nacionales siguen manteniendo las competencias
Las autoridades reguladoras nacionales seguirán manteniendo las competencias actuales que le permiten controlar las decisiones que se adopten en el sector de las telecomunicaciones, en contra de las pretensiones iniciales de la Comisión Europea, que pedía más poder. Bruselas sólo podrá exigir a los Estados miembros, y en muy contadas ocasiones, que anulen una decisión cuando afecte al funcionamiento del mercado interior.
Ése es el resultado de la aprobación ayer en el Parlamento Europeo del Paquete Telecom, que incluye entre otras una normativa europea con los principios por los que se rigen las autoridades reglamentarias nacionales.
La intención de la Comisión era conseguir, básicamente, que se centralizara todo el sistema actual de reguladores nacionales en una única autoridad reguladora europea que las coordinara, con la excusa de que así se evitarían episodios como el visto durante la concesión de las licencias UMTS y se agilizaría el proceso de liberalización del sector de las telecomunicaciones. Los Gobiernos europeos se opusieron frontalmente la semana pasada a que desde Bruselas se pudiera controlar el desarrollo del sector y la Eurocámara lo secundó ayer, con lo que se evita el complicado proceso de conciliación que provocó, entre otros, el veto a la directiva de OPA.
Bruselas no ha tenido más remedio que renunciar a sus planteamientos para conseguir que el Paquete Telecom en su conjunto saliera adelante y que está considerado como una pieza clave del proceso abierto en Lisboa para conseguir que la Unión Europea sea el polo económico más competitivo del mundo. La Comisión Europea estará habilitada para ejercer un papel de observadora y podrá oponerse a una decisión de las autoridades nacionales cuando atente contra las normas de mercado interior, aunque siempre deberá contar con la bendición final de los expertos nacionales.
El comisario europeo Erkki Liikanen explicó que las autoridades nacionales seguirán teniendo un papel importante en la reglamentación dentro de sus fronteras, pero tendrán que consultar con el resto de los países y con la Comisión Europea sobre las decisiones nacionales que puedan afectar a los usuarios o operadores de otros países, para evitar fragmentaciones en el mercado como las que produjo los diferentes métodos de concesión de licencias de telefonía de tercera generación UMTS.
El Paquete Telecom tiene como objetivo principal simplificar las normas en materia de telecomunicaciones en la UE y tenía que estar adoptado antes de final de año para que pudiera entrar en vigor en 2003.
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