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HARDWARE

Los ordenadores portátiles de ensambladores españoles entran con fuerza en el mercado

Proliferan las empresas españolas que ensamblan ordenadores portátiles con marca propia - El 60% de los portátiles de todo el mundo es fabricado en Taiwan por empresas prácticamente desconocidas

La marca del ordenador portátil ha perdido su lugar de privilegio, como ocurre desde hace años con los ordenadores de sobremesa. Cada vez son más las tiendas españolas de informática que ofrecen portátiles de elevadas prestaciones y a buen precio sin marca muy conocida, pero con todas las garantías. Grandes ensambladores españoles, como Beep, Investrónica y ADLI, venden desde hace unas pocas semanas sus propios portátiles siguiendo los pasos de otras empresas, como Infinity Systems y Cioce.

El mercado español de ordenadores portátiles creció durante el primer semestre el 50%, con unas ventas de 180.000 unidades frente a las 120.000 del primer semestre del año anterior, según la consultora Profit/Gartner. Se espera que este crecimiento de portátiles se mantenga durante todo el año, sobre todo con la aparición de nuevas marcas y la caída de los precios. La consultora IDC calcula que las ventas de ordenadores de sobremesa caerán en todo el mundo un 10%, mientras que las de portátiles aumentarán un 9%.

Desde septiembre, el descenso del precio medio de los portátiles en España es aproximadamente del 10%. Aun así, sus márgenes son muy superiores a los de los ordenadores de sobremesa, lo que, junto al incremento de ventas, explica que las cadenas de tiendas de informática se hayan volcado en ofrecer portátiles a sus clientes. Especialmente con marca propia o sin marca, por ser más económicos. En estos momentos, se encuentran equipos completos -con procesador PIII a 1 GHz, 256 MB, 20 GB, pantalla de 14 pulgadas, lector CD y disquete, batería de ión litio, sistema operativo, módem y tarjeta de red- por unas 250.000 pesetas con IVA incluido.

La factoría, en Taiwan

El 60% de todos los portátiles que se venden en el mundo son fabricados en Taiwan por empresas prácticamente desconocidas. Las más grandes son Quanta, Compal, Mitac, Inventec y Arima. Ninguna vende los equipos con su marca. Trabajan por encargo y con la máxima calidad. Se les llama 'fabricantes por contrato'. Quanta, por ejemplo, fabrica el 15% de todos los portátiles y este año ha pasado a ser el primer productor mundial, desplazando a Toshiba. Quanta fabrica el 55% de los Dell y también gran parte de los que venden H-P, Compaq y Apple.

Los fabricantes por contrato entregan el portátil completo, de acuerdo con las especificaciones y el diseño acordado con cada cliente. Algunas marcas estadounidenses, como Dell, hacen el ensamblaje final, como poner el procesador y el disco duro, mientras que otras, como H-P, ni tocan el producto. 'La subcontratación completa de los portátiles a Quanta salvó nuestro negocio', asegura Jim Burns, responsable mundial de logística de H-P, al semanario Business Week. Únicamente algunas compañías asiáticas, como Toshiba, Fujitsu Siemens, NEC y Acer, fabrican parte de sus portátiles.

Las cadenas de tiendas españolas hacen ahora lo mismo: adquieren portátiles a Taiwan y les ponen su marca. El fenómeno no es exclusivo de España. En Alemania, la empresa que más portátiles ha vendido en el tercer trimestre es un mayorista que los ofrece con marca propia, según IDC. Lo usual es que el fabricante envíe el portátil completo, excepto el procesador, el disco duro y la memoria, que los añade el distribuidor en España. Así se reduce la obsolescencia y se puede ofrecer el máximo de prestaciones.

El 10% de los portátiles sufren, de promedio, alguna avería durante su vida útil. El soporte técnico y la garantía pasan, por tanto, a ser claves. Hasta hace un año aproximadamente, sólo podían conseguir recambios y dar el soporte técnico adecuado las empresas que hacían grandes pedidos. La situación ha cambiado. Desde Taiwan se envían los equipos y la parte proporcional de recambios para pedidos reducidos, con la marca deseada impresa en la carcasa.

La garantía mínima es de un año, aunque hay tiendas que ofrecen dos y hasta tres años, con recogida y entrega en casa. Sólo en casos especiales se repara en el domicilio, lo que se conoce como garantía in situ. Los portátiles actuales constan de seis o siete subconjuntos, con lo que la reparación, pese a ser cara, es sencilla. Aun así, el cliente se queda entre una semana y un mes sin portátil. Se da la paradoja de que los ensambladores españoles pueden ofrecer, si quieren, servicio más rápido y barato, porque se repara en España.

Hasta ahora, los Pentium III y Celeron llevaban el mismo encapsulado, con lo que un modelo de carcasa servía para distintas especificaciones. Intel prevé sustituir estos procesadores por los nuevos Pentium III-M de Intel y los Pentium 4 específicos para portátiles, con lo que habrá que tener carcasas con distintas placas base y se complicará el ensamblaje final.

Sin batería, pero sin autonomía

El talón de Aquiles de los portátiles es la autonomía, porque todos los componentes consumen mucha energía. Típicamente, la pantalla gasta el 33% del total; la tarjeta gráfica, el 14%; el disco duro y el DVD, el 9% cada uno, y el procesador, el chipset y la fuente de alimentación, el 7% cada uno. El restante 14 % se reparte, según la compañía Intel, entre el ventilador, el módem y la tarjeta de red, entre otros. 'Es fundamental reducir el consumo de toda la plataforma a base de que funcione únicamente lo imprescindible', dice Don MacDonald, director de mercadotecnia a nivel mundial del grupo de portátiles de Intel. 'Con los nuevos desarrollos se reducirá el 30% el consumo global del equipo', añade. Gran parte de los usuarios utilizan el portátil siempre conectado a la red eléctrica, sea en la oficina, en su casa o en el hotel. Por eso, algunas empresas se plantean prescindir totalmente de la batería y que el portátil siempre funcione conectado a la red eléctrica. Se reduce así el peso y el tamaño. Evidentemente, la autonomía es nula cuando no hay ningún enchufe cercano. El gran problema es el calor generado en el interior del portátil, que reduce la vida de los componentes y aumenta la posibilidad de averías. De ahí que las personas que utilizan constantemente el portátil deben optar por modelos especialmente resistentes, a un precio muy superior a la media para un equipo.

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