_
_
_
_

James Conlon estrena hoy en París una nueva versión de una ópera de Mussorgski

James Conlon (Nueva York, 1950), director musical y jefe permanente de la Ópera Nacional de París, intentará emocionar otra vez esta noche a las 2.703 personas que llenarán el teatro de La Bastilla para asistir a la presentación de una nueva producción, La Khovantchina, ópera inacabada de Mussorgski a la que Conlon intentará poner un nuevo final que la deshaga de sus influencias soviéticas.

Durante esta temporada, Conlon dirigirá siete de los 20 espectáculos líricos previstos, así como un número importante de conciertos, en la institución que comanda Hugues R. Gall, su máximo responsable. 'La imagen permanece más que la realidad y por eso es tan importante ocuparse de mejorar la realidad, para que perdure su buena imagen', dice Conlon. La época de las peleas homéricas entre la administración y sus artistas, llámense Daniel Barenboim, Myung-Whun Chung o Pierre Boulez, parece pasada. 'Gall es el patrón. Yo soy uno de sus consejeros, él me escucha, pero no tiene por qué hacerme caso. Mi responsabilidad es exclusivamente artística y mi único poder es y debe ser el de emocionar al público'.

Sobre La Khovantchina, ópera inacabada de Mussorgski, Conlon explica: 'Dejó escrita para piano y voz casi toda la obra, excepto el final. Sólo orquestó el pasaje de la canción de Marfa. La primera orquestación es de Rimski Korsakov, que tiene el mérito de haber hecho existir la obra, de darla a conocer, pero hoy no podemos aprobar los cambios que Rimski hace de la música de Mussorgski. En 1931 se publica el manuscrito y Shostakóvich, en 1959, la orquesta con mucho talento. Pero la obra sigue sin final. Shostakóvich propuso dos, uno basado en la trompetería triunfal del zar, el otro retomando los temas de la obertura, una fórmula un poco wagneriana, que también puede entenderse como un elogio de Pedro el Grande en la medida en que todo acaba en un universo de gran belleza sonora, como si el zar hermanase progreso y tradición. Shostakóvich pensaba en el mundo que vivía, el soviético'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_