La opinión de los expertos
La Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas (FUNCAS) viene realizando cada dos meses una encuesta a un panel de economistas españoles expertos en coyuntura sobre las perspectivas económicas para España a corto plazo. La última encuesta se realizó a finales de noviembre y arroja un previsión media de crecimiento del PIB del 2,1% para 2002, cifra que queda notablemente por debajo de la previsión oficial, pero que puede considerarse positiva en relación a las que los organismos internacionales especializados y los analistas privados están manejando para los grandes bloques económicos internacionales. Para EE.UU. se barajan cifras de entre el 0,5 y el 1%, del 1 al 1,5% para la UE y del -1% para Japón. Como he comentado en esta columna en otras ocasiones, España no puede sustraerse a esta fase recesiva internacional. Ya es una buena noticia que el crecimiento del PIB español no caiga por debajo de la media europea, como ha sido el patrón histórico en fases cíclicas similares a la actual.
La última encuesta de FUNCAS arroja un previsión de crecimiento del PIB del 2,1% para 2002
La cifra de los analistas españoles se alinea con las de los organismos internacionales conocidas en las últimas semanas: el FMI nos da un 2,3% y la OCDE y la Comisión Europea coinciden en un 2%. Estamos a la espera de que el Gobierno publique su anunciada revisión a la baja respecto al 2,9% utilizado en la confección de los presupuestos del Estado para 2002 y, sobre todo, de que nos diga cómo puede afectar el menor crecimiento a los propios presupuestos, a la política económica y al bienestar de los ciudadanos. Lo conocido hasta ahora (subidas de impuestos generalizadas) no suena bien.
Como se ve en el gráfico superior izquierdo, en las dos últimas encuestas se ha producido un recorte de casi un punto porcentual en el crecimiento previsto para 2002, reflejando el empeoramiento de la coyuntura que se observa desde el pasado verano. Todos los componentes del PIB, con la excepción del consumo público y del gasto en construcción, han sufrido revisiones a la baja importantes en los cuatro últimos meses, siendo especialmente significativas las de la inversión empresarial en bienes de equipo. También ha empeorado, como es lógico, la aportación de la demanda externa, para la que ahora se espera que detraiga unas cuatro décimas porcentuales al PIB.
El debilitamiento del crecimiento del PIB se traduce obviamente en una previsión de aumento del empleo más baja, pero aún se espera que éste aumente a un ritmo del 1,4%, suficiente para seguir reduciendo, auque sea en unas pocas décimas, la tasa de paro. Las mejores noticias vienen del lado de la inflación, que se revisa tres décimas a la baja, hasta el 2,6% en media anual, como se ve en el gráfico derecho. En cambio, se espera que aumente moderadamente el déficit público hasta el 0,3% del PIB. Claro que, estas dos últimas cifras podrían verse afectadas por las subidas impositivas, que provocarán al menos dos décimas más de inflación y dos menos de déficit. En resumen, a mi me parece que, para los vientos que corren, este escenario es bastante favorable. ¡Y aún dicen algunos que los analistas de la coyuntura somos unos agoreros¡
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigación Económica y Social (FUNCAS).
