Clásicos para Reyes
Una amplia oferta discográfica llena los escaparates navideños con versiones capaces de asombrar a nuevos y viejos melómanos. Elegir un buen disco permite convertir un regalo en una seductora invitación a disfrutar de las más variadas épocas y estéticas musicales. La cosecha de 2001, abundante y llena de tentadoras sorpresas, brinda opciones para todos los gustos y bolsillos.
Regalar música de Bach es siempre una apuesta segura: el retorno de Nikolaus Harnoncourt a La Pasión según san Mateo 30 años después de su primera versión, que impulsó la revolución barroca, y la nueva versión de La Pasión según san Juan por Philippe Herreweghe comparten protagonismo en una cosecha bachiana con referencias como La ofrenda musical y El arte de la fuga, mágicamente recreadas por Jordi Savall.
La cosecha de 2001, abundante y llena de tentadoras sorpresas, brinda opciones para todos los gustos y bolsillos
La conmemoración del Año Verdi ha generado jugosas novedades: las inspiradas lecturas de Jerusalem, Alzira y Aroldo dirigidas por Fabio Luisi y la Misa solemne rescatada por Riccardo Chailly colmarán los apetitos de los que no se conforman con el repertorio más trillado. En las obras maestras, Claudio Abbado se impone con un soberbio Réquiem con la Filarmónica de Berlín y el Orfeón Donostiarra y una teatral lectura de Falstaff iluminada por la generosidad vocal de Bryn Terfel. Plácido Domingo se suma a la fiesta verdiana con una edición de todas las arias para tenor reunidas en un álbum de cuatro discos.
Tres estupendas grabaciones permiten redescubrir a Gluck: Iphighénie en Tauride, en una reveladora lectura de Marc Minkowski, la versión vienesa de Orfeo y Euridice dirigida por René Jacobs, y un recital de arias italianas protagonizado por Cecilia Bartoli. La cosecha lírica arroja dos fabulosos rescates: Croesus, de Keiser, recuperada por un Jacobs inspirado, y Antigona, de Traetta, dirigida por Cristophe Rousset, con María Bayo.
Los amantes del gran repertorio operístico disfrutarán con el testamento del desaparecido Giuseppe Sinopolí, una gran versión de Ariadna aux Naxos, de Strauss, y la aparición, en una caja de 14 discos, de El anillo del nibelungo dirigido en 1958 por el mítico Hans Knapperstsbusch en el Festival de Bayreuth. Y para los coleccionistas, la edición Pavarotti resume la carrera del tenor en 10 discos.
La música contemporánea ga
na adeptos y las discográficas lanzan propuestas tan seductoras como Al gran sole carico d'amore, de Luigi Nono, dirigida por Lothar Zagrosek, las nuevas Pasiones de Wolfgang Rihm y Sofia Gobaudulina, las fantasías operísticas de Oliver Knussen sobre textos del escritor e ilustradorMaurice Sendak y los dos volúmenes con la obra orquestal del desaparecido Iannis Xenakis dirigidos por Arturo Tamayo.
En el terreno pianístico coinciden varios monográficos consagrados a Robert Schumann por Maurizio Pollini, Marta Argerich y Elisso Virsaladze, un nuevo recital schubertiano de Alfred Brendel, las Sonatas números 13 y 14, de Beethoven, en la mágica lectura de Maria João Pires, los dos discos con obras de Ravel de Joaquín Achúcarro, y mucho Albéniz, desde la fantástica versión de Baremboim de dos cuadernos de la Suite Iberia hasta el material inédito del malogrado Esteban Sánchez o la tercera entrega de la integral que realiza Miguel Baselga.
Dos versiones de la Sinfonía número 7 de Bruckner, dirigidas por Günter Wand y Kurt Sanderling, sorprenderán a los aficionados al repertorio sinfónico por su maestría. La galería de sugerencias incluye las Suites para violonchelo de Britten, por Truls Mork, los discos de los Cuartetos Alban Berg y Hagen consagrados a Dvorák, el Canto de cisne, de Schumann por Thomas Quasthoff, o el recital de zarzuela de Carlos Álvarez.
Los amantes de la música antigua y barroca hallarán propuestas fascinantes en la memorable grabación de Cantus Cöll y Konrad Junghänel de la colección de música sacra de Monteverdi La selva morale e spirituale, el álbum de Savall dedicado al Cancionero de Montecasino, un recital de Marta Almajano con canciones del barroco español y los madrigales de Luca Marenzio por La Venexiana.
Entre los discos para los más pequeños, destaca el nuevo título de la modélica colección de cuentos musicales La mota de polvo con una versión de El carnaval de los animales, de Saint-Saëns, con textos de Fernando Palacios, y la nueva colección Cuéntame una Ópera, que introduce a los niños en el mundo lírico través de 10 disco-cuentos escritos e ilustrados por Georgina García-Mauriño.
Pasión operística en DVD
UNA RUTILANTE versión de El caballero de la rosa, de Richard Strauss, dirigida por Carlos Kleiber; la puesta en escena de Aida creada por Franco Zeffirelli para abrir el Año Verdi en el minúsculo teatro de Busetto y el debut en la dirección escénica operística de Marthe Keller con un revelador montaje de Diálogos de carmelitas, de Francis Poulenc, son tres apasionantes muestras de la copiosa oferta operística en DVD que llena los escaparates. El nuevo soporte -ideal para disfrutar plenamente la ópera en su dimensión teatral y musical- propone títulos como La zorrita astuta, de Janácek, en el montaje del teatro Châtelet de París dirigido musicalmente por Charles Mackerras, los montajes de Alceste y Orfeo y Euridice firmados por Robert Wilson y John Eliot Gardiner, y producciones de La cenerentola, de Rossini; La traviata, de Verdi, protagonizados, respectivamente, por Cecilia Bartoli y Angela Gheorghiu, y una deliciosa versión de Hansel y Gretel, de Humperdinck, de la ópera de Zúrich. Entre las producciones que llegan al mercado del DVD tras su edición en vídeo y láser-disc destacan El anillo del nibelungo firmado por Pierre Boulez y Patrice Chéreau; Rigoletto, de Verdi, y Madame Butterfly, de Puccini, en las versiones cinematográficas dirigidas por Jean-Pierre Ponelle; un montaje de Otello, de Verdi, protagonizado por Plácido Domingo bajo la batuta de Georg Solti; Porgy and Bess, de Gershwin, dirigido por Simon Rattle; El murciélago, de Johann Strauss, bajo la dirección de Kleiber; la histórica producción de Don Giovanni, de Mozart, dirigida por Wilhelm Furtwängler en 1954 en el Festival de Salzburgo y la histórica filmación que permite ver en escena a Maria Callas en el segundo acto de Tosca con Tito Gobbi en la piel de Scarpia.
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