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Columna
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Fantasías

Teófila Martínez ha pretendido dar una vuelta de tuerca más en el supuesto espionaje a los presidentes de las cajas. Cuenta que ella y 'algunos cargos del PP se sienten vigilados'. Eso sí, como piensa que no es tonta y le puede caer una querella de las de verdad, precisa que no es que les vigilen, sino que se sienten vigilados. De esta forma, amparándose en que es dueña de sus dotes de percepción, intenta llevar el bodrio del espionaje de las cajas al campo político.

Son excusas que, a estas alturas de la oposición del PP en Andalucía, no engañan a casi nadie. Sirven para lo que han pretendido servir. Para intentar impedir que unas expresiones dirigidas a dañar el honor de determinadas personas del grupo socialista no puedan ser perseguidas como posible delito de injurias.

No es comprensible lo contrario. No hay ningún hecho, en el tema del supuesto seguimiento, que provoque sentimientos como los que anuncia a bombo y platillo, a pesar de que pertenecen a su intimidad. El espía, por más señas, no tiene licencia. Los seguidos son banqueros y afiliados al PSOE con expediente abierto. Con estos espartos, es difícil que los que no son banqueros ni del PSOE, como Teófila y sus electos, se sientan perseguidos. Sobre todo cuando se sabe que el famoso espía es moroso y está en el RAI, por lo que lo más probable es que siguiera a los presidentes para pedirles un préstamo, o dos. Saldría de apuros y podría obtener la licencia de detective.

Claro que también cabe que uno esté equivocado. Que Teófila, de verdad, sienta lo que dice que siente. Que nota, sin ver a nadie, que la siguen, que la observan y la miran. Todas esas cosas. Es muy libre. La fantasía y la imaginación son de cada uno y de cada una. Si es así, y no es que se le haya visto el plumero, podría dedicarse a escribir unos cuentos, como Ana Botella, o al cine. Incluso podría aprovechar que Pierce Brosnan, el 007, va a rodar unas escenas de su nueva película en Cádiz y como, según cuentan de nunca acabar, le han ofrecido un papel de enfermera en esta película de espías, se dejara querer y aceptara. Dotes tiene. Imaginación y fantasía también. Además, la Presidencia de la Junta le pilla lejos y podría hacer tiempo.

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