Una inversión de 10.000 millones en un macrocomplejo

El parque de ocio Opción es una de las mayores construcciones de la zona comercial Parque Oeste Alcorcón, situado en la zona sur de la localidad, junto a la autovía de Extremadura (N-V). Este complejo, cuya inversión supera los 10.000 millones de pesetas (60,1 millones de euros), fue planteado por el anterior equipo de gobierno municipal (PSOE e IU) como forma de trasladar lejos del centro de la localidad los problemas de ruido y suciedad que generan los jóvenes en las noches de fin de semana. Para ello dibujaron en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el documento que rige el urbanismo de un municipio, este macrocentro.

Opción se levanta en una parcela de 145.000 metros cuadrados e intenta, según el proyecto inicial, imitar la estructura de una pequeña ciudad, con sus plazas y calles y con 2.500 plazas de aparcamiento. La entrada será libre, al igual que el estacionamiento, y contará, según sus promotores, con todas las opciones de ocio: una discoteca con tres pistas de baile diferenciadas, bolera, gimnasio con piscina climatizada, 24 salas de cine con pantallas panorámicas y simuladores de tres dimensiones (como los existentes en el Planetario de Madrid) y un pabellón cubierto con capacidad para unas 3.000 personas. Éste acogerá la celebración de conciertos, espectáculos, actuaciones de circo o actividades deportivas. El centro dispondrá además de bares temáticos, restaurantes de comida rápida y locales con música en directo. Tiendas de venta de libros, revistas y regalos y centros de vídeo de realidad virtual completarán la oferta de Opción.

El concejal de Urbanismo de Alcorcón, Francisco Díaz Robles, del PP, anunció ayer que el Consistorio tiene previsto recurrir la suspensión cautelar ordenada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ya que, según aseguró, la licencia fue otorgada conforme al Plan General vigente y el proyecto cumplía con todos los requisitos. 'Ahora nos encontramos entre la espada y la pared, porque la Comunidad quiere que se paren las obras y los promotores defienden la legalidad del proyecto', afirma el edil. 'Si, por un casual, fallan en contra nuestra, el Ayuntamiento tendría que hacer frente a indemnizaciones multimillonarias, que podrían llevarnos a la quiebra. Espero que al final consigamos un acuerdo a tres bandas', añade. El Ayuntamiento cobró 67 millones de pesetas por la licencia de obras.