El menor acusado del crimen de la Villa Olímpica, condenado a 9 años de internamiento

El Juzgado de Menores número 2 de Barcelona condenó ayer a cinco años de internamiento en régimen cerrado a Valentín Moreno por el asesinato de Carlos Javier Robledo, ocurrido en la Villa Olímpica el año pasado. La juez le impone otros tres años por las lesiones producidas a un amigo de la víctima y un año más por el robo a otro acompañante. La juez establece que cuando Moreno cumpla la pena, esté ocho años en libertad vigilada.

Las abogadas de la defensa y la acusación ya anunciaron ayer que recurrirían contra el fallo ante la Audiencia de Barcelona. Cinta Caminals, letrada de la familia de la víctima, aseguró que la sentencia le parecía 'perfecta' excepto en la parte que considera que la agresión a uno de los amigos de Robledo es un delito de lesiones y no un asesinato frustrado. Además, la abogada presentó ayer un recurso para que la juez aclare una contradicción que contiene la sentencia. En un apartado se anuncia que le impondrá a Moreno ocho años de internamiento por el asesinato, que es lo que pedía el fiscal, pero el fallo le condena a cinco.

Violencia gratuita

La sentencia afirma que el crimen fue absolutamente gratuito porque ni la víctima ni sus dos amigos realizaron 'provocación alguna'. Valentín Moreno está en libertad desde ayer al haber cumplido el tope de seis meses de prisión preventiva que establece la ley del menor. Ahora tiene 20 años y cuando cumpla los 23 seguramente seguirá cumpliendo la pena en una cárcel. Cuando ocurrieron los hechos, en la madrugada del 1 de abril de 2000, Moreno no era mayor de edad por unas horas. En el caso están implicados otros nueve jóvenes, en prisión preventiva, que serán juzgados en los próximos meses por la Audiencia de Barcelona.

La sentencia relata que Moreno era conocido por los vigilantes del Puerto Olímpico 'por haber participado en diversas peleas' y que la madrugada de los hechos les movió un 'deseo de formar bronca y hacer objeto de violencia física'. De esa manera, Moreno y sus nueve amigos robaron la cazadora a un acompañante de Robledo y cuando éste la descubrió junto a un coche, se inició la agresión.

De esta manera, la juez relata que, 'sorpresivamente', Moreno se dirigió hacia la víctima y le dio un puñetazo en la cara. Otro acompañante le dio un empujón y lo tiró al suelo, y los 10 agresores 'comenzaron a darle patadas, puñetazos y pisadas de forma continuada y repetida por todo el cuerpo, especialmente en cabeza y abdomen' y 'con la intención de terminar con su vida'.

La madre del joven asesinado aseguró ayer, al conocer la sentencia, que la justicia 'es ciega porque tiene delante a un asesino y lo condena como a un chiquillo'.