Voluntad de victoria
Blancas: A. Morózevich. Negras: K. Sa-sikiran. Defensa Caro-Kann. Campeonato del Mundo de la FIDE. Moscú, 30 de noviembre del 2001.
1 e4, c6 / 2 d4, d5 / 3 e5, Af5 / 4 c4 (si no una novedad, al menos una continuación atípica, propia de la concepción del juego que tiene Morózevich) 4... d - c4 / 5 A - c4, e6 / 6 Cc3, Cd7 / 7 Cg-e2, Cb6 / 8 Ab3, Ce7 (las negras se preparan a ocupar sólidamente la casilla d5, pero les será imposible conservar en ella una pieza) / 9 0-0, Dd7 / 10 Cf4, h6 / 11 Ae3, Ah7 / 12 Tc1, Ce-d5 (ya no es posible demorar el emplazamiento de una pieza en d5, porque de lo contrario no sería posible continuar el desarrollo) / 13 Cc - d5, C - d5 / 14 C - d5, e - d5 / 15 Ad2, Ae7 / 16 Tc3, Af5 / 17 Ac2, h5 / 18 A - f5, D - f5 / 19 Db3 (la ventaja de las blancas es ahora evidente y se basa en el activo juego de sus piezas pesadas y en la falta de resguardo seguro del monarca negro) 19... Dd7 / 20 f4, f5 (casi forzada, para evitar el avance f5, que sería gravitante. El movimiento, sin embargo, dista de ser agradable, pues deja al adversario un poderoso peón pasado y vulnera aún más la posición del rey) / 21 Tg3, Rf7 / 22 Ab4, A - b4 / 23 D - b4, Ta-e8 / 24 Tf-f3, Te6 / 25 Tg5, g6 / 26 Ta3, b6 / 27 h3, h4 / 28 Rh2, De7 / 29 Da4, a5 / 30 Tb3, Dc7 / 31 Tc3, Tc8 / 32 Dc2, De7 / 33 g4, h - g3 a. p. j. / 34 Tc - g3, Th8 (diagrama) (34... Tg8 sólo postergaba el desenlace después de h5-h5. Ahora la voluntad de victoria de Alexander Morózevich se impone de forma violenta) / 35 T - g6!, T - g6 / 36 D - f5 j., Tf6 / 37 e - f6, D - f6 / 38 Dd7 j., Rf8 / 39 Dc8 j., Rf7 / 40 Dc7 j., Rf8 / 41 Tg5, Th4 / 42 Dc8 j., Re7 / 43 Tf5, D - d4 / 44 Dc7 j., Re6 / 45 Te5 j. y las negras abandonaron.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.