Urzaiz imparte clases de gol
El delantero rojiblanco, con dos tantos soberbios, fulmina a un Zaragoza sin pegada ni defensa
Hay partidos que se salvan sin goles y goles que salvan partidos. En ambas situaciones, intermedia la calidad de los futbolistas que se sobreponen a la estrategia, al tacticismo, al color gris de la pizarra. San Mamés vivió ayer el segundo de los dos casos posibles. Los goles de Urzaiz justificaron la victoria (escasa) del Athletic, rentabilizaron el juego, tan serio como liviano, del conjunto vasco y explicaron buena parte de la indolencia y de los males del Zaragoza.
Urzaiz anda en plena definición de su futuro. Se está jugando la presencia en su último Mundial y su último gran contrato en el fútbol profesional. Morientes, Tristán y Luque le disputan el viaje a Corea; varias ofertas discuten su continuidad en el Athletic, donde acaba contrato el 30 de junio. Ayer dio un paso de gigante para conseguir ambas cosas, tirando del manual del delantero centro. En el primer gol, elevó su enorme carcasa en una suspensión impensable para cabecear a la red un centro suave de Yeste. Paco, acreditado central, le siguió con la mirada, asustado por la elevación de aquella masa humana. En el segundo gol, pasó de página y utilizó la cabeza para otra cosa: para imaginar un recorte seco a los dos centrales zaragocistas, escorarse a la derecha y resolver con un disparo cruzado a la derecha de Juanmi.
ATHLETIC 2| ZARAGOZA 1
Athletic: Lafuente; Javi González, Lacruz, Óscar Vales, Larrazabal (Carlos García, m. 80); Tiko, Orbaiz, Alkiza, Yeste (Ezquerro, m. 61); Joseba Etxeberria (Urrutia, m. 61) y Urzaiz. Zaragoza: Juanmi; Rebosio, Aguado, Paco, Esquerdinha; Marcos Vales, José Ignacio (Chainho, m. 45) (Garitano, m. 78), Acuña, Vellisca; Juanele (Galleti, m. 70) y Yordi. Goles: 1-0. M. 3. Centro de Yeste desde la izquierda y Urzaiz cabecea de forma espectacular. 2-0. M. 61. Urzaiz recoge en carrera un balón largo de Lacruz, recorta a los dos centrales y bate a Juanmi de tiro raso. 2-1. M. 70. Escapada de Vellisca y su centro templado lo remata Yordi. Árbitro: Ansuategui. Amonestó a Javi González, Larrazabal, a Marcos Vales, José Ignacio, Acuña y Yordi. Unos 38.000 espectadores en San Mamés
Dos lecciones de un futbolista imprescindible en el Athletic, que acumula dos años de una intensidad y concentración absolutas, cuestiones que la grada le discutía por inercia, al amparo de sus engañosos movimientos.
Ambos goles resumieron un partido liviano, que ganó el Athletic por voluntad, por orden y por ambición, ante un rival demasiado escaso de fútbol, escondido en el toqueteo del balón y perdido por su fragilidad defensiva.
Resultó sintomático que Alkiza, un jugador eléctrico, enviara a Acuña, un jugador cerebral, al cuarto trastero a buscar el balón; o que Lacruz, de mediana estatura, viviera un partido cómodo ante el gigantón Yordi. El gaditano, puso una pizca de sal al partido cuando acortó distancias, con casi media hora por delante. Pero su gol fue una anécdota, porque el fútbol del Zaragoza resultó anecdótico: manejo de balón, fragilidad, levedad. Muchos centrocampistas, pero pocos delanteros y ningún defensa. Lo contrario que el Athletic, que le ganó con un central (Lacruz), un medio (Alkiza) y un delantero en estado de gracia (Urzaiz). Con eso le bastó. Y con el resto en su sitio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.