Sainete
Comienza a ser preocupante la continua aparición de temas de política andaluza relacionados con el calificativo de 'esperpénticos', si no fuera porque el género creado por el maestro Valle es marca de seriedad y profundidad. Otras modalidades literarias se ajustarían mejor a los últimos sucesos: ¿comedia de enredo? ¿astracán? ¿relato picaresco? Cualquiera o todas juntas valdrían. Miremos el último suceso de los espías sevillanos. Una sospecha de Benjumea se convierte en aviso al Delegado del Gobierno y de ahí pasa a ser portada de un periódico y estrategia parlamentaria de la dama popular Teófila Martínez. Una sesión de la Cámara autonómica es utilizada por la representante del PP para acusar, sin pruebas, al Presidente de la Junta de autorizar acciones de espionaje contra el presidente de la Caja San Fernando. Un representante de la patronal llega a citar el caso Watergate como referencia. Sólo queda conocer quiénes juegan a ser Woodward y Bernstein. Como ven, la cosa tiene miga hasta el punto de que ha sido comentario de varios medios nacionales.
A veces los ciudadanos podemos pensar que las sesiones parlamentarias, y la misma institución, están para asuntos importantes, serios y concernientes a nuestros propios intereses como electores y contribuyentes. Las cosas relativas al teatro deben ser representadas en el propio circuito de espectáculo. A no ser que la política sea considerada el mayor espectáculo circense.
El presidente del parlamento Torres Vela ha indicado en una conferencia la necesidad de reglamentar por ley aspectos relativos al funcionamiento interno de los partidos y al de éstos con los ciudadanos. Y es verdad que cada vez se nota más el descontrol que existe respecto de la actuación de determinados representantes políticos. Algunos de éstos, por su forma de actuar en política, están reclamando recibir clases de recuperación de estilo y lenguaje democrático. Le sugiero a Torres Vela que en su próxima charla incluya entre sus recomendaciones alguna más como la de castigar o multar con trabajos sociales a aquellos diputados y diputadas que confunden la importante tarea de control del gobierno con la representación de un sainete.
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