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COYUNTURA NACIONAL
Columna
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Beneficios de las empresas

Afortunadamente, algunos titulares y comentarios de la prensa en la última semana, en los que se daba cuenta de una caída importante de los beneficios hasta septiembre, según la Central de Balances del Banco de España, no reflejaban correctamente la realidad de las empresas no financieras españolas. Es verdad que el beneficio o resultado neto cae un 11,9% respecto al mismo periodo del año anterior, pero este concepto de beneficio es más virtual que real. A él se llega sumando o restando al resultado ordinario neto (RON) los ingresos y gastos extraordinarios, las plusvalías o minusvalías por compraventa de activos financieros y las provisiones legales por depreciación de dichos activos. En momentos como éste de caída de las cotizaciones bursátiles, el conjunto de estas rúbricas suele tener una aportación negativa y lo contrario sucede en las épocas en que sube la bolsa, lo que distorsiona la evolución del resultado que obtienen las empresas de la explotación de su negocio u objeto social propiamente dicho, que es el que verdaderamente importa a efectos del análisis económico y que viene representado por el RON.

Si España quiere seguir creciendo más que la media europea ha de cuidarse la rentabilidad de las empresas

Como puede verse en la tabla superior, el RON aumentó en los tres primeros trimestres del año un 8,9%, igual que en el mismo periodo del año anterior, lo que no quiere decir que las empresas no estén acusando la desaceleración económica. Ello se nota ya en las primeras rúbricas de la cuenta de resultados. El crecimiento del valor añadido bruto (VAB o PIB generado por las empresas) se reduce al 4,8% frente a un 7,6% en el mismo periodo del año anterior. También se nota en el menor crecimiento de los gastos de personal, no como consecuencia del menor aumento de los salarios por trabajador sino de la menor creación de empleo. Igualmente, el resultado económico bruto de la explotación (VAB menos gastos de personal), que constituye la primera aproximación al concepto de beneficio, aumenta casi la mitad que un año antes. El que se mantenga el ritmo de crecimiento del RON se debe a la moderación de las amortizaciones.

El mantenimiento en tasas positivas de los beneficios de las empresas es una buena noticia para la economía española, especialmente en estos momentos de crisis. Hay quien puede pensar que, en una coyuntura de vacas flacas, los beneficios, que en el sentir popular se ven como las rentas de los poderosos, deberían reducirse más que otras rentas. Quien así piense es que no tiene apenas idea de cómo funciona la economía, sea capitalista o de cualquier otro tipo. Ciertamente, es muy legítimo y digno preocuparse por la distribución de la renta, algo que muchos economistas relegan injustamente a un plano menor en sus consideraciones. Pero, antes de repartir la renta hay que producirla, y ello requiere de empresas sólidas y rentables.

Uno de los aspectos que destacan positivamente en la actual coyuntura es que la economía española mantiene un diferencial de crecimiento importante respecto al resto de países de la UE en su conjunto y que sigue generando empleo. Si queremos que esto sea así en los próximos trimestres, cuidemos la rentabilidad de las empresas.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigación Económica y Social (FUNCAS).

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