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La comisaría de policía del aeropuerto de El Prat está al 54% de la plantilla

Jefatura asegura que los servicios 'están perfectamente cubiertos'

Bajo mínimos. Así está la comisaría de policía del aeropuerto de El Prat, donde actualmente sólo está cubierto el 54% de la plantilla. En cifras absolutas, 71 de los 132 policías previstos en el último catálogo de puestos de trabajo, de 1997. Un sindicato policial denuncia que esa falta de personal repercute en las medidas de seguridad, especialmente en el control de pasaportes en la llegada y salida de pasajeros de vuelos internacionales, pero la Jefatura Superior de Policía lo niega y afirma que los servicios 'están perfectamente cubiertos'.

La actual situación de la comisaría del aeropuerto no es nueva, aunque la falta de medios humanos nunca había sido tan extrema. Tanto, que la Unión Federal de Policía (UFP) la ha denunciado por escrito al jefe superior de Cataluña, Miguel Ángel Fernández Rancaño. El caso más ilustrativo es el que se produce en el filtro de pasajeros de la terminal B, situado a pie de las pistas. Allí confluye la llegada de vuelos nacionales, que no necesitan control, con la de vuelos internacionales ajenos al tratado de Schengen, que por tanto necesitan pasar por el filtro policial.

Esas dependencias están previstas para que un policía se encargue del sellado de pasaportes de vuelos internacionales y otro indague en los ficheros informáticos sus identidades. Junto a ellos, otros dos policías deberían controlar la llegada de los pasajeros de vuelos nacionales. En la práctica sólo existe un agente, el cual no da abasto, lo que supone que 'gran parte del pasaje de vuelos que deberían pasar el control se lo saltan, en ocasiones por error y otras veces de manera intencionada para evitar la espera', asegura José Luis Ontiveros, secretario provincial de la UFP, en la carta dirigida al jefe superior hace dos meses.

El dirigente policial asegura que cuando coinciden las dos colas de pasajeros la policía no puede evitar que una parte del pasaje se mezcle con otro para evitar el control. Si, como ha pasado en ocasiones, el policía va a identificar a esa persona que se cuela, el resto de los pasajeros se saltan el control. 'Aquí muchas veces se hace la vista gorda porque no puedes trabajar con el rigor debido', explica un agente destinado a estos filtros policiales. Además los policías tienen instrucciones del aeropuerto de evitar que se formen largas colas.

A la falta de medios policiales se unen los errores que se producen en el traslado de los pasajeros a las terminales, que influyen en la seguridad. Dos ejemplos: el pasado 21 de septiembre, un vuelo procedente de Tel Aviv no pudo ser controlado en su totalidad porque los autobuses desembarcaron a los pasajeros en puertas sin control policial; el día antes ocurrió lo mismo con otro vuelo procedente de Colombia. Una pasajera de ese avión, cuando ya había entrado en el aeropuerto por otra puerta, acudió a la policía para que le sellara el pasaporte. Los dos incidentes fueron comunicados por escrito al responsable policial del aeropuerto.

Un portavoz policial rechazó las críticas y aseguró que 'los servicios están perfectamente cubiertos con los efectivos disponibles'. Sin embargo, declinó pronunciarse sobre cuántos policías integran esos efectivos argumentando que no se facilitan datos sobre número de agentes en puntos estratégicos, y el aeropuerto es uno de ellos.

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Filtros de pasaportes

De los 132 funcionarios policiales que componen el catálogo de puestos de trabajo en la comisaría del aeropuerto, un centenar justo son agentes, pero la realidad es que sólo están trabajando 49, según datos de la UFP. Y de ellos, 30 están adscritos a los filtros de pasaportes, sala de autoridades y lo que se denomina 'inadmitidos'. El mismo portavoz policial aseguró que las necesidades de recursos humanos de 1997, que es cuando se hizo el catálogo de la plantilla, 'nada tienen que ver con las actuales'. En este sentido, explicó que se han unificado servicios, han variado los controles de entrada y se han incrementado los recursos informáticos. Igualmente aseguró que se ha puesto vigilancia privada, inexistente hace cuatro años.

Los agentes denuncian también la falta de vigilancia que tiene un pasajero que acaba en la sala de 'inadmitidos' hasta que es repatriado. Eso puede durar uno o dos días, y mientras tanto, la policía debe hacerse cargo de él. Como falta personal, ya se ha dado el caso de que el retenido ha huido de la sala donde estaban, cuyas paredes no llegan al techo, y ha estado agazapado toda la noche a la espera de que se abra la puerta de llegada de pasajeros al día siguiente para huir por las pistas.

David Pérez, diputado del PSC-Ciutadans pel Canvi, ha formulado una pregunta parlamentaria al consejero de Interior, Xavier Pomés, sobre la seguridad del aeropuerto.

Un solo agente en la oficina de denuncias

La Unión Federal de Policía denuncia también que en la oficina de atención al ciudadano de la comisaría del aeropuerto hay un solo policía que ha de encargarse de atender el teléfono, del equipo de transmisión policial, de facilitar datos a las patrullas que lo solicitan, de la custodia de los detenidos en el calabozo y de dar trámite a las denuncias y a los pasaportes de urgencia.

Además denuncian que a los policías que controlan los pasaportes se les encargan otras tareas entre la llegada de un avión y otro. Por ejemplo, recoger o trasladar a personas inadmitidas, acompañar hasta el pie del avión a los ciudadanos que son expulsados y resolver incidencias nocturnas cuando no está el grupo de seguridad ciudadana.

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