Un recuerdo de la Ilustración

La Real Academia Sevillana de Buenas Letras cumple su 250º aniversario. Esta institución nació en plena efervescencia de la Ilustración en España. En 1751 reinaba Fernando VI. Su política estaba centrada en las reformas en el interior del país. Mejoras en la agricultura, la economía y la cultura conformaron entre 1746 y 1759 uno de los reinados más positivos de la historia española.

La Real Academia Sevillana de Buenas Letras fue un factor más en esa política de desarrollo cultural en la que se afanaron los ilustrados. El director de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, Rogelio Reyes Cano, señala que esta institución jugó en su origen 'un papel de punta de lanza de la modernidad'. 'Las academias nacieron en el siglo XVIII porque había un hueco que la Universidad no cubría. El mundo universitario estaba adocenado. La gente más inquieta fundó academias para llevar a cabo trabajos de experimentación y para generar las modernas teorías científicas y filosóficas', explica Reyes Cano, que es catedrático de Literatura Española de la Universidad de Sevilla.

Los años han pasado su pátina por la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Alguno de sus actos -basta recordar el homenaje dedicado al escritor Manuel Halcón el pasado año- semejan una estampa de hace varias décadas. El frío del invierno, las viejas dependencias de la sede de la academia -la Casa de los Pinelo- y la escasez de asistentes jóvenes daban al homenaje al escritor andaluz un aire un tanto anticuado. Precisamente, la nueva junta de gobierno que comanda Reyes Cano pretende acercar esta institución a la sociedad.

El catedrático destaca 'el plantel de numerarios de los campos más diversos del saber' que integran la academia: lingüistas, juristas, escritores, médicos, historiadores... 'Estamos al tanto de los problemas y retos de la cultura en la Sevilla actual. Esta junta de gobierno proyecta la academia más allá de los muros de la Casa de los Pinelo', agrega Reyes Cano. 'En la Real Academia Sevillana de Buenas Letras hay personas de la talla de Manuel Olivencia, Manuel Clavero Arévalo, Joaquín Caro Romero, Aquilino Duque, José Luis Comellas, Antonio Burgos...', dice.

Con motivo del 250º aniversario la institución organizó la pasada semana un congreso dedicado a las academias. La Reina presidió el pasado miércoles una conferencia a cargo del director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, en la segunda jornada del congreso, que concluyó el viernes.

Reyes Cano apuesta por que 'la creación viva entre en la academia'. 'Deben entrar en la academia novelistas y poetas que están creando, como numerarios o presentando sus libros o participando en los debates. En la Real Academia Sevillana de Buenas Letras han intervenido escritores como Luis García Montero o Guillermo Carnero. Tenemos el firme propósito de que entre en la academia algún representante de esa literatura viva', indica.

Varios problemas que arrastraba la institución desde hace años están siendo resueltos. La biblioteca está en proceso de informatización. La academia cuenta asimismo con cuatro ordenadores. El problema más importante es el económico. 'Necesitamos entre cinco y seis millones de pesetas anuales. Reclamamos a la Administración esa cobertura económica mínima para funcionar, esa cobertura que sirve para el día a día: pagar la luz, gastos de personal...', dice el director.

Reyes Cano aboga por 'crear una fundación para la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, implicando en ella a entidades culturales y mercantiles que aseguren una financiación'. De momento, la institución tiene dos proyectos: editar un diccionario con vocablos de las hablas andaluzas y elaborar un diccionario de autores sevillanos.