La ruta de la soleá
Chaquetón es gaditano. La soleá es de Cádiz, de Jerez, de Utrera, de Triana, de Alcalá. Por todas esas formas hizo un recorrido el cantaor, con la autoridad y la competencia que le son habituales. Es cierto que hace un tiempo se le veía algo bajo de tono, como si estuviera atravesando un mal momento anímico. Pero ya no es lo mismo.
Estamos acostumbrados a que la soleá sea un estilo de referencia en el cante de Chaquetón. Un estilo que él también considera entre los más hermosos en el amplio espectro de lo jondo. En la extensa secuencia que hizo en la sala Clamores, Chaquetón se empleó a fondo, profundizando en los contenidos, acentuando con su personalísimo entendimiento del cante lo que el cante tiene de dramático y doliente.
Flamenco en el Foro
Cante: Pedro Sanz, Chaquetón. Toque: Pepe Núñez, Salva de María. Sala Clamores. Madrid, 22 de noviembre.
El cante por soleá de Chaquetón fue, seguramente, lo más hermoso de su recital. Pero cantó también romeras, ese vivaz aire gaditano que rescató del olvido su tío Antonio el Chaqueta -abuelo del guitarrista que esta noche acompañaba al cantaor, Salva de María-, poniéndolo de nuevo en circulación y que Chaquetón interpreta hoy con absoluta fiabilidad.
Pedro Sanz regresaba de una seria enfermedad que le ha dejado mermado de facultades. Hizo estilos poco frecuentados, como el cante de trilla, la mariana, la farruca, el garrotín. Y unas tonás en que echó el resto con decisión. Canta con dulzura, gustosamente, con voz a la que no quiere dejar libre vuelo, pero que suena flamenca.
Babelia
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