Una testigo declara que el acusado de estrangular a su mujer solía maltratarla
Una vecina del hombre acusado de estrangular a su compañera sentimental en el barrio donostiarra de Intxaurrondo declaró ayer que las discusiones entre la pareja eran 'bastante frecuentes' y que ella oyó en más de una ocasión ruidos y gritos como 'no me pegues más, no me estires de los pelos', que indicaban que el imputado maltrataba a la mujer.
'El comentario general en la vecindad era que él la golpeaba a ella', subrayó la testigo, quien explicó que un día la fallecida les contó a otro vecino y a ella misma que tenía 'miedo' y que había denunciado a Santiago Mancho Erimías por pegarle y tirar cosas por la ventana. 'Pero luego retiró la denuncia', añadió la vecina.
Esta testigo, que vive debajo del piso donde se cometió el crimen, relató que aquel día, poco antes de las 17.00, escuchó un grito de Teresa Ayesa, 'un golpe seco' y la voz de su marido que decía: 'No me contestes así nunca más'. A continuación, lo único que oyó fueron pasos.
Por otra parte, el perito psiquiatra propuesto por la defensa de José María Valencia Arboniés, autor confeso de la muerte de su esposa en el barrio pamplonés de Azpilagaña, descartó ayer que el acusado padezca algún trastorno mental u orgánico, y aseguró que el día del crimen 'fue plenamente consciente de lo que hacía'. El psiquiatra afirmó que durante las entrevistas que mantuvo con el procesado, que golpeó y acuchilló hasta la muerte a María Ángeles Sierra Azcárate en septiembre de 2000 en su domicilio, aquél 'recordaba perfectamente' lo sucedido, aunque en el juicio dijo no recordar 'nada'.
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