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Entrevista:FRANÇOIS HOLLANDE | Primer secretario del Partido Socialista francés

'Tras Afganistán, Europa no puede quedarse donde está'

Francia aparece en medio de las iniciativas para construir un directorio de países europeos capaz de contrarrestar el marcado liderazgo británico tras el 11 de septiembre. Pero sus fuerzas políticas no olvidan el enfrentamiento previsto en las elecciones presidenciales y legislativas de la primavera próxima. El primer secretario del Partido Socialista francés, François Hollande, de 47 años y brazo derecho del primer ministro, Lionel Jospin, anudará hoy en Madrid los lazos con José Luis Rodríguez Zapatero, el líder del PSOE.

Pregunta. Tras el 11 de septiembre, ¿queda espacio para discutir entre izquierda y derecha?

Respuesta. Sí. Los socialistas, desde Tony Blair a Lionel Jospin, tienen los mismos juicios, ante todo, sobre la necesidad de regular la economía, fijar unos principios y no fiarlo todo al mercado. Se ha visto bien con el frenazo económico que acaba de producirse: es indispensable mover un cierto número de reglas, sobre todo en el plano presupuestario.

P. Éste no es el caso de Blair.

R. Blair está evolucionando respecto al gasto público. Él ha comprendido también que el servicio público debe ser reforzado; si no, su país se arriesga a ser víctima de una dislocación social.

P. Para usted, ¿reforzar lo público sería la principal característica del socialismo?

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R. Sí. Nadie discute que el mercado debe ser activo, pero, si se desea preservar la cohesión social, es preciso mantener el servicio público en cada uno de nuestros países y potenciar formas de servicio público europeo.

P. ¿Las próximas elecciones francesas probarán si los ciudadanos están de acuerdo con esto?

R. El escrutinio de 2002 en Francia no es sólo una elección nacional; también es una elección europea, porque lo que se va a decidir tendrá consecuencias mayores sobre el ritmo y la forma de la construcción europea. Cada vez más, nuestras elecciones internas son elecciones europeas; así es como hay que concebirlas. Europa no puede quedarse donde está, se ha visto aún más con los acontecimientos de Afganistán: Estados Unidos se ha quedado solo en la operación, a pesar de que Tony Blair les haya acompañado con la voz. Necesitamos una Europa de la defensa, una unidad política más fuerte de Europa, no forzosamente a Quince o a Treinta, pero al menos de algunos países; una forma de vanguardia de la Europa política.

P. ¿Se refiere a Francia, Alemania, Reino Unido? ¿Quizá a Italia y España?

R. Hablo de países que están dispuestos a un salto cualitativo y a poner los medios políticos. Nadie debe verse forzado, pero los países que usted cita son prioritarios.

P. La derecha y los socialistas comparten un pacto antiterrorista en España...

R. En Francia, también; la izquierda y la derecha han votado las disposiciones de lucha contra el terrorismo.

P. ¿Es buena la cooperación entre Francia y España? ¿Cómo se entiende que una persona buscada en España por la justicia [Olano] aparezca en actos públicos en Francia?

R. En la cumbre franco-española de Perpiñán se adoptaron iniciativas para contribuir al espacio judicial europeo. Nuestros países son democráticos y, en Francia como en España, la acción violenta carece de toda legitimidad. Nosotros también tenemos ese fenómeno en Córcega o Bretaña, felizmente en un grado menos elevado. No tenemos debilidad alguna respecto a fenómenos comparables que afecten a nuestros vecinos.

P. La vía de la negociación, intentada para resolver la violencia en Córcega, ha sido un fracaso.

R. No puede decirse eso. Hay un proyecto de ley (de autonomía) que está discutiéndose en el Parlamento y que será votado al final de la legislatura. Es posible que haya nacionalistas que duden y que haya una oposición tentada de interrumpir el proceso porque puede favorecer a su iniciador, en este caso, a Lionel Jospin; pero nosotros nos hemos comprometido ante los corsos, creemos que ese texto responde a sus necesidades económicas y a sus aspiraciones culturales. Creemos que ese diálogo es posible, a condición de que cese la violencia. Hay que votar esa ley, pero la evolución sólo será posible si se termina con la violencia.

François Hollande, en un momento de la entrevista.
François Hollande, en un momento de la entrevista.DANIEL MORDZINSKI

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