Urbanismo se plantea anular el convenio con Tablada

El consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo de Sevilla se comprometió ayer a estudiar la posibilidad de anular el convenio que el Ayuntamiento firmó en marzo de 1999 con Consorcio de Tablada S.A., participada mayoritariamente por El Monte y Caja San Fernando y que entonces era dueña de las 356 hectáreas de la dehesa. En aquel acuerdo, Urbanismo aceptó la posibilidad de que parte de esos terrenos fueran declarados urbanizables en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

El portavoz municipal de IU, Luis Pizarro, lleva meses pidiendo la anulación del acuerdo porque considera que, al firmarlo, el Ayuntamiento reconoció ciertas expectativas de recalificación en Tablada, lo que podría jugar a favor de las propietarias al establecer el justiprecio. Pizarro reiteró ayer esta petición en el consejo de gobierno y éste la aprobó por unanimidad.

El secretario general del consistorio elaborará un informe para valorar 'la trascendencia jurídica' que tendría para el Ayuntamiento la suspensión del acuerdo, según explicó el delegado de Urbanismo, Rafael Carmona, quien, no obstante, cuestionó la relevancia del convenio y aseguró que su existencia no supone ningún obstáculo para la expropiación.

Compra y venta

Carmona aludió a las 'operaciones de compra y venta' de los suelos de Tablada, en referencia al traspaso, por parte de las cajas de ahorro, de 126 hectáreas. El edil de Urbanismo afirmó que le da 'exactamente igual' lo que hagan las propietarias e insistió en que estos movimientos no 'presionan' al Ayuntamiento a la hora de decidir el futuro de Tablada. 'El liderar esta zona desde lo público significa que vamos a hacer lo que más le interese a la ciudad', afirmó Carmona, para quien la expropiación garantiza que esos suelos 'no tengan tensiones privadas en cuanto a las expectativas de obtener beneficios'.

El director de la oficina del Plan de Sevilla, Manuel Ángel González Fustegueras, tampoco cree que el convenio entre el Ayuntamiento y las cajas 'limite' las intenciones de Urbanismo, aunque consideró 'razonable' la posibilidad de anularlo 'porque lo que abunda no daña'.