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El pleno de la AVL decidirá cuántos miembros deben cobrar sueldo

La Acadèmia tendrá 7 secciones que tratarán desde la gramática hasta el fomento del uso de la lengua

'Hay mucha faena por delante', manifestó ayer la presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Ascensión Figueres, para justificar la aprobación del reglamento de la institución que contempla la figura del académico liberado con dedicación a tiempo completo. El pleno determinará próximamente el número y las funciones de éstos. En el reglamento se fijan siete secciones estables: gramática, lexicografía, onomástica, fomento del uso del valenciano, asesoramiento lingüístico, documentación lingüística y literaria, publicidad y comunicación y aplicaciones tecnológicas.

El reglamento atribuye al pleno la potestad de determinar cuáles son las funciones de la Acadèmia y, oída la disponibilidad de los 21 académicos, cuántas personas son necesarias para desempeñar un trabajo a tiempo completo, lo que comportará una retribución estable, para que la institución 'pueda funcionar con normalidad y agilidad', explicó Figueres.

'Hay que tener en cuenta que la Acadèmia no es una academia típica con muchos años de funcionamiento con la única tarea de poner al día las cuestiones lingüísticas, sino que empieza de cero con mucha faena por delante', añadió.

Esa condición atípica de la AVL hará que algunos miembros, sin ejercer el cargo de presidente o secretario de la institución, tengan dedicación exclusiva y cobren un sueldo -a través de indemnizaciones fijas-, un hecho que no sucede en el resto de academias españolas. El resto de académicos recibirá indemnizaciones (provisialmente se han consignado 65.000 pesetas por pleno; 60.000 por junta de gobierno y 55.000 por comisión) y dietas en función de la asistencia a las distintas reuniones que se convoquen.

Que quede bien claro que ninguno de los académicos ha hablado de dinero, vino a decir la presidenta tras la reunión del pleno de la Acadèmia que aprobó el reglamento, lo que posibilita el envío del mismo al Consell dentro del plazo marcado por la ley, que expiraba el 23 de noviembre. 'Qué fijación con el dinero', comentaba en un receso el académico Juan Alfonso Gil-Albors a los medios de comunicación. '¿Y por qué no se dice cuánto cobra Rivaldo?', bromeó, tras quitar importancia a la cuestión de las remuneraciones que, según afirmó, no preocupa a los académicos, sino parece que exclusivamente a los medios.

En relación con el dinero, la sesión fue 'absolutamente racional y cortés' y no 'ha motivado el mayor debate', señaló el vicepresidente del organismo Josep Palomero, quien subrayó que no se trata de un asunto principal para los académicos.

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En el pleno de ayer no se sustanció públicamente la disponibilidad de ninguno de los miembros a tener una dedicación exclusiva ni las remuneraciones a percibir. Se habla de nueve millones y medio de pesetas, el sueldo de una subsecretario, acogiéndose a una declaración al respecto del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. Será, en todo caso, un próximo pleno el que articulará los mecanismo de trabajo y decidirá el número y la función a desempeñar. 'Hacen falta muchas personas para realizar este trabajo', apostilló Figueres. La presidenta dijo desconocer cuántos académicos, en su opinión, podrían reunir las condiciones para dedicarse a tiempo completo.

Tanto Figueres como Palomero destacaron el artículo del reglamento que recoge que el pleno revisará anualmente las necesidades de la Acadèmia y, en consecuencia, el trabajo de los académicos.

En el pleno de ayer, en el que se trataron 50 enmiendas sobre el reglamento, la mayoría de ellas de carácter estilístico e incluso tipográfico, se acordó también el artículo del mismo que contempla las secciones de trabajo.

Éstas serán las siete señaladas con anterioridad. Algunos académicos mostraron su interés por aquella que abordará el uso social del valenciano. Figueres aseguró que no se ha articulado un tope máximo de asistencia de académicos a las distintas secciones, si bien sugirió que dos o tres secciones por cada académico sería el número razonable.

Comisión litúrgica

Además de estas secciones existe la posibilidad de crear distintas comisiones en función de las necesidades. Ayer en el pleno se habló tan sólo de una, la dedicada a la lengua valenciana en la liturgia. El académico y deán de la catedral de Valencia, Ramon Arnau, se ha manifestado en fechas anteriores interesado por la elaboración por parte de la institución del ritual eclesiástico en lengua autóctona.

Palomero también apuntó que se aprobó el requisito de conocimiento del valenciano que deberán cumplir los trabajadores de la Acadèmia.

Miembros de la Acadèmia, ayer, momentos antes de iniciarse el pleno.
Miembros de la Acadèmia, ayer, momentos antes de iniciarse el pleno.CARLES FRANCESC
Ascensión Figueres, ayer, antes del pleno de la AVL.
Ascensión Figueres, ayer, antes del pleno de la AVL.CARLES FRANCESC

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