El Gobierno alerta de que el 90% del suministro de agua depende de sólo cuatro embalses
Plantea nuevas captaciones para equilibrar los 'ecosistemas acuáticos'
El 90% del suministro de agua en Euskadi procede de sólo cuatro embalses, lo que sitúa a la comunidad autónoma vasca en una situación inédita, según advierte el Diagnóstico sobre el Medio Ambiente en el País Vasco elaborado por el Gobierno autónomo. Este informe, presentado públicamente el pasado 29 de octubre por el Ejecutivo, recomienda disponer de otras captaciones para mantener el equilibrio de 'los ecosistemas acuáticos'. El estudio se refiere también a las pérdidas de agua en las conducciones, que cuantifica 'en un mínimo del 9,5% del total distribuido' y cifra en cerca de 1.400 el número de captaciones de agua superficiales.
En estos momentos, los recursos hidráulicos en la vertiente atlántica del País Vasco se estiman en un total de 5.634 hectómetros cúbicos anuales, según detalla el último Plan Hidrológico. Además, la memoria del mapa hidrogeológico de la comunidad autónoma, que fue elaborado por el Ente Vasco de la Energía en el año 1999, estima que los recursos de aguas subterráneas suponen 1.452 hectómetros cúbicos anuales.
El diagnóstico sobre el medio ambiente en Euskadi, que ha sido elaborado desde hace un año por un grupo de 80 expertos, aborda en uno de sus apartados el consumo de agua. El informe señala que las fuentes de captación para el suministro de agua potable se localizan en los embalses situados en las cabeceras de los ríos, pero con la particularidad de que el 90% de estos recursos hídricos están regulados por apenas cuatro embalses, que son los dos del sistema Zadorra (de ellos de abastecen un millón de habitantes del área metropolitana de Bilbao y Vitoria), el de Ordunte (suministrador de la mitad de la población de Bilbao) y el de Añarbe, que proporciona el servicio a 300.000 habitantes del área de Donostialdea.
'Esta forma de almacenar agua captada es un elemento diferenciador' de la comunidad autónoma, destaca el estudio. Por ello se recomienda 'diseminar en el espacio la captación y el retorno de aguas' con el fin de que las 'necesidades de los ecosistemas acuáticos pueden mantenerse en equilibrio'.
Las instituciones vascas ya tienen prevista la construcción de un nuevo embalse en Herrerías, en el límite entre Álava y Burgos, con el fin de facilitar un nuevo sistema de abastecimiento al área metropolitana de Bilbao, que ahora depende del sistema Zadorra. Sería el mayor proyecto hidráulico vasco, con un coste global de 25.000 millones de pesetas, pero está pendiente de que sea impulsado por el Gobierno central, encargado de su construcción según lo acordado en el Plan Hidrológico Nacional de 1995. Sin embargo, ni siquiera se ha comenzado a redactar el proyecto constructivo.
El diagnóstico ambiental del Gobierno añade que, junto a las aguas superficiales, el abastecimiento de agua en Euskadi se completa con numerosas captaciones de arroyos, manantiales y aguas subterráneas que son utilizados principalmente por los municipios de menor población. El Ejecutivo admite que se desconoce el número de captaciones de aguas superficiales existentes en Euskadi, para lo que está elaborando un informe específico. De los datos que se están extrayendo, se calcula que se utilizan cerca de 1.400 captaciones en toda Euskadi. 'Son cerca de 7.000 las captaciones que están administrativamente registradas, si bien es posible que cerca del 80% de las mismas ya no se exploten', señala el texto.
Calidad 'adecuada'
El Departamento de Medio Ambiente revela que, entre 1996 y 1998, las captaciones de agua aumentaron en un 12%, mientras que el volumen de agua depurada para su potabilidad se incrementó en un 32%. Alerta que la mayor utilización de los recursos hídricos 'puede conducir a la contaminación y el agotamiento de las aguas superficiales y subterráneas, y provocar degradación del suelo, salinidad excesiva y desertización'.
El informe admite el grave problema de las pérdidas en las conducciones del suministro de agua, que califica 'de gran importancia en algunos municipios' y cuantifica en un 'mínimo del 9,5% del total distribuido'. En las áreas metropolitanas de los tres territorios, según los datos recopilados por este diario hace un año, las fugas en las redes de conducción rondan una tercera parte de los recursos existentes. En el área de Donostialdea, los datos aportados hablaban de un 32% de pérdidas, que en Vitoria se reducen a un 13%. En el caso del Gran Bilbao, los datos son contradictorios, pues el Consorcio de Aguas limitaba las fugas al 5%, pero formaciones políticas como el PSE elevaban las fugas hasta el 40%.
El diagnóstico del Gobierno vasco considera 'adecuada en general' la calidad de las aguas subterráneas 'para los usos a los que son destinadas habitualmente', como el abastecimiento humano, el industrial o el agropecuario. Sin embargo, admite la existencia de focos de contaminación por 'la existencia de vertederos sobre acuíferos que pueden seguir aportando lixiviados [el agua de las lluvias que se filtra] que contaminen las aguas subterráneas'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.