Comerciantes de día, patrulleros de noche
Hosteleros y vecinos de Torrevieja vigilan las calles por la noche ante la escasez de policías
Ni el frío ni el viento gélido que sopló a las dos de la madrugada del jueves en la pedanía La Mata (Torrevieja), en la costa sur de la Comunidad, desmotivaron a cuatro comerciantes de echarse a la calle y juntarse en la plaza del pueblo. Era su turno, su noche de vigilancia. Junto a ellos, otros cuarenta hosteleros y vecinos del lugar se han organizado para atajar la delincuencia que azota La Mata por las noches. Se han autoerigido en patrulleros ciudadananos.
¿Qué ocurre en Torrevieja?, ¿qué pasa en la Vega Baja? ¿qué hacen unos comerciantes pasando la noche en vela recorriendo las calles? La controversia ya ha llegado y como en toda polémica hay defensores y detractores. En cualquier caso parece un problema. Justo González, diputado socialista por Alicante, instó ayer a Mariano Rajoy, ministro de Interior, a que 'intervenga personalmente' en la zona aumentando el número de agentes.
Torrevieja no dispone de comisaría, y las plantillas de policía local y Guardia Civil son insuficientes para combatir la delincuencia creciente en la zona. El concejal de EU José Manuel Martínez arguye que la ciudad apenas cuenta con 50 policías municipales, un número 'muy escaso' para la extensión y la población del municipio.
Grupos políticos y la federación de vecinos de la ciudad critican las patrullas. 'No pueden tomarse la justicia por su mano', argumentan. Pero los comerciantes de La Mata hacen oídos sordos y cada noche, entre las dos y las seis de la madrugada, cuatro vecinos realizan en dos coches recorridos por La Mata. Funcionan por turnos y tienen claro que no pueden intervenir porque, admiten, 'no sabríamos cómo hacerlo'. Su objetivo es avisar a la Guardia Civil.
El turno de la madrugada del jueves lo formaban David Boto, agente turístico, y Francisco Roncero, propietario de un bar. Circulan por La Mata en un viejo Seat. Escrutan las calles y se quejan constantemente de la falta de policías. 'Alguien tiene que hacer este trabajo', opina Boto. 'Desde que patrullamos las calles la delincuencia ha caído en picado', afirma Roncero. Antes, dicen, se producían en la zona dos robos al día, y ahora, ninguno. Con estos resultados lo tienen claro: 'Seguiremos patrullando'.
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