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Reportaje:

Una invitación a la última maravilla del Turia

La Ciudad de las Ciencias de Valencia instala una carpa en Madrid donde explica el funcionamiento del museo

Ángeles y Manuel, un matrimonio que reside en Móstoles, nunca han visitado Valencia -'bueno, una vez pasamos por Gandía', dicen-, ni conocen las instalaciones de la moderna Ciudad de las Artes y las Ciencias de la capital valenciana (ubicadas en el antiguo cauce del río Turia), ni tienen un interés especial por los documentales de ciencia. Pero todo eso no les impidió acercarse ayer a la carpa que la Ciudad de las Artes y las Ciencias ha instalado hasta el próximo 17 de noviembre en la plaza de Salvador Dalí (distrito de Salamanca) para que los madrileños conozcan, a 352 kilómetros de distancia, las maravillas del museo valenciano.

En la muestra hay fotos y paneles explicativos sobre las distintas partes de la Ciudad de las Artes y las Ciencias que ideó en su mayor parte el arquitecto Santiago Calatrava: L'Hemisféric, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, L'Umbracle, L'Oceanográfic y el Palacio de las Artes. Estas dos últimas instalaciones aún no están concluidas, y está previsto que la gente pueda visitar L'Oceanográfic a finales de este año, y el Palacio de las Artes, en 2003.

Un simulador de vuelo y una película en tres dimensiones son los protagonistas de la muestra

'Lo que estamos haciendo es un recorrido por toda España para que todo el mundo conozca el museo y se anime a visitarlo. La ciudad es un gran espacio de ocio donde la cultura es la protagonista', explica Javier Montón, responsable de la promoción, que, después de pasar por 13 ciudades, visita esta semana Madrid. La próxima cita será Salamanca. 'En todas las ciudades hemos tenido una media de 900 visitantes por día', afirma Montón.

Casi todos los que soportaron ayer las largas colas de espera frente a la carpa, el frío y los apretones dentro de ella salieron con ganas de irse rápidamente para Valencia y visitar unas instalaciones por las que, tras un año de vida, ya han pasado cuatro millones de personas. 'Visité la Ciudad de las Artes y las Ciencias cuando la estaban construyendo, y ya me pareció una pasada. Y eso que sólo la pude ver detrás de una valla. Pero pienso volver este año', comentaba Pedro, que se acercó hasta la plaza de Salvador Dalí junto a dos amigos.

A la entrada a la carpa, de más de 600 metros cuadrados, unas maquetas del museo y unos ordenadores ayudan a matar el tiempo a los visitantes mientras esperan el turno para entrar a una sala donde se proyecta una película en tres dimensiones sobre, de nuevo, la Ciudad de las Artes y las Ciencias. La gente se pone unas gafas especiales para poder notar la sensación tridimensional y una amable señorita recomienda no quitarse las gafas durante la proyección, 'porque se pueden marear si andan jugando con ellas'.

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La película comienza: 'L'Oceanográfic, una auténtica ciudad submarina para sumergirnos en todos los océanos del planeta, con gigantescos acuarios...', dice una voz en off en la proyección bajo una música envolvente. 'El Palacio de las Artes se convertirá en uno de los centros artísticos y culturales más importantes del mundo: ópera, teatro, música y danza de élite para todos', continúa la película. La gente sale encantada. 'No conozco el museo, pero todo lo que sea cultura me parece interesante', asegura Horacio, que lleva a Candela, su hija de cuatro años, subida a los hombros. 'Además, siempre hay que hacer algo para rellenar los domingos por la mañana', añade.

Candela y el resto de los niños que pesen menos de 50 kilos tienen una diversión añadida en esta muestra: un simulador de vuelo en el que, por medio de un novedoso sistema informático, da la sensación de que se está sobrevolando la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. 'Con todo lo que hemos montado pretendemos que venga gente de todas las edades, de todos los tipos, que conozcan nuestras instalaciones en Valencia o que no hayan oído jamás hablar del museo. El único requisito que pedimos es que tengan curiosidad', concluyen los responsables de la muestra.

Con curiosidad o sin ella, lo cierto es que las colas continuaron durante todo el día a las puertas de la carpa de promoción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Carpa de promoción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Hasta el 17 de noviembre. Plaza de Salvador Dalí. Horario: de 11.00 a 21.00. Entrada gratuita.

Carpa de promoción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Hasta el 17 de noviembre. Plaza de Salvador Dalí. Horario: de 11.00 a 21.00. Entrada gratuita.

Ozono, cortezas de árbol y meteoritos

La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia es el museo dedicado a la ciencia más importante de España y el que más expectación ha creado desde su inauguración, hace un año. Pero no es el único. En la localidad madrileña de Alcobendas está CosmoCaixa (calle del Pintor Velázquez, s/n), un espacio donde los puntos fuertes de la visita son el planetario digital, distintas exposiciones y conferencias que han tratado temas como el agujero de la capa de ozono o la robótica. Además, este museo tiene el clásico péndulo de Foucault y módulos interactivos de naturaleza, energía, matemáticas y óptica. CosmoCaixa se puede visitar de martes a domingo (y lunes festivos), de 10.00 a 20.00. La entrada cuesta 500 pesetas y para los menores de siete años es gratis. En el Museo de Ciencias Naturales de Madrid (calle de José Abascal, 2), la entrada cuesta 400 pesetas -para los niños de cuatro a 10 años, 300 pesetas-. El horario es de martes a viernes, de 10.00 a 18.00; los sábados, de 10.00 a 20.00, y los domingos y festivos, de 10.00 a 14.30. En los talleres de este museo se aprende, entre otras cosas, a interpretar un mapa, a reconocer huellas o a diferenciar las cortezas de los árboles. A dos horas de la capital, en Cuenca, está el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, que también tiene planetario, una sala de astronomía que repasa la historia de esta ciencia y los restos de un meteorito que cayó sobre la ciudad. Además, el museo ofrece talleres de medio ambiente, física, astronomía y paleontología para niños de entre ocho y 15 años. En primavera organiza el Museo en el Campo, con recorridos que tienen como tema central la naturaleza.

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