_
_
_
_
Crónica:FÚTBOL | 12ª jornada de la Primera División
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Valencia engrasa su cerrojo

La perseverancia y el derroche físico de Osasuna fueron estériles

Un Valencia de rebajas, pusilánime y rácano con todo aquello que no fuera engrasar su cerrojo, dejó en El Sadar numerosas dudas sobres sus aspiraciones de discutir algo importante en esta Liga. Con medio equipo ausente y una condición de invicto que defender, el equipo de Rafa Benítez viajó a Pamplona con la ambición despistada: a empatar y esperar días más excitantes. La estrategia de la renuncia.

Su alineación servía para defenderse y saludar de vez en cuando a Salva y Sánchez con algún balonazo imposible. Así, la cita se convirtió de salida en un examen a la paciencia y el criterio ofensivo de Osasuna, tarea a la que el cuadro navarro se entregó con perspicacia y buen gusto. Sin mucho recorrido por las bandas, los jugadores de Miguel Ángel Lotina no tuvieron más remedio que disimular sus carencias y aventurarse por donde no suelen para tratar de hacer saltar el triste cerrojo de un Valencia empeñado en ampliar su colección de empates a domicilio.

OSASUNA 0| VALENCIA 0

Osasuna: Unzué; Yanguas (Olarra, m. 46), Cruchaga, Contreras; Puñal, Gancedo; Alfredo, Rosado, Fernando; Armentano (Sabino, m. 65). Valencia: Palop; Curro Torres, Navarro, Pellegrino, Carboni; Rufete (Mista, m. 78), Djukic, Albelda, Angulo; Sánchez (Dennis, m. 83) y Salva (Carew, m. 67). Árbitro: Daudén Ibáñez. Amonestó a Rufete, Curro Torres y Puñal. Unos 17.000 espectadores en El Sadar.

Osasuna entendió que sus opciones pasaban por el fútbol de toque, las combinaciones y la perseverancia para dar con Armentano, más activo que Rosado, pero también más impreciso. Alfredo y Gancedo no se escondieron y se turnaron en el reparto de balones, nunca lo suficientemente evidentes como para crear algo más que buenas sensaciones.

El Valencia se defendía sin sufrir. Tan cómodo en su papel, el equipo de Benítez prescindió incluso del contragolpe, sólo ensayado para sacudirse de encima el balón. De hecho, jugó sin esférico, destruyendo el juego rival y recurriendo al patadón cuando no había más remedio que usar el pie.

La desidia de unos y la ilusionada incapacidad de los otros atascó enseguida el partido, que siguió así durante muchos minutos. Tan evidente resultaba la falta de ideas de Osasuna como desproporcionado su despliegue físico. Pero su insistencia convirtió el choque en una repetición infinita de gestos idénticos: mucho toque en el centro del campo, presión del Valencia, tránsito complejo hasta las inmediaciones del área defendida por Palop y... vuelta a empezar.

Los navarros vivieron del enorme trabajo de Alfredo, quien no tuvo reparos en cargar con su equipo cuando Gancedo, desesperado, empezó a alejarse de la producción ofensiva.

Paradójicamente, tras mil y un intentos por parte local, la mejor y única oportunidad de gol que mostraba el encuentro pertenecía al Valencia, que llegó a creer que el árbitro sancionaría con un penalti un simulacro de falta interpretado por Rufete.

Sólo cuando el grupo navarro pidió tiempo muerto, el Valencia levantó la mano para entrar en juego de la mano de Carew. Pero, a esas alturas del encuentro, no supo encontrar la manera de acercarse a un área que sólo pisó por error.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_