La compañía holandesa Orkater rehabilita la figura de Luis Bonaparte

Orkater es una conocida compañía holandesa que compagina el teatro y la música. De hecho, en su último espectáculo, que hoy estrena en España dentro del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, los autores son también los músicos y los actores. Un montaje que se ha traducido por Rey d'Olanda y en el que se intenta restaurar para la historia -y, sobre todo, para los holandeses- la deteriorada imagen del primer rey de Holanda, Luis Bonaparte, quien, según este grupo teatral, fue más beneficioso de lo que siempre se ha dicho.

Luis Bonaparte fue nombrado por su hermano Napoleón primer rey de los Países Bajos, y ejerció como tal entre 1806 y 1810. Eso sí, contra su voluntad. Los holandeses prácticamente le han olvidado e ignorado, a pesar de que él quiso hacerlo bien, tal y como afirman los componentes de la compañía teatral Orkater. Se trata, por tanto, de un rey que lo ha tenido todo en contra hasta que estos teatreros, concretamente los actores, autores y músicos Geert Lageveen, Leopold Witte y Beppe Costa se han propuesto rehabilitarlo; de modo que sus fieles espectadores han conocido más cosas de Luis Bonaparte por este montaje que por lo que les dijeron en la escuela.

Lo cierto es que sus súbditos se mofaban de él. Incluso los regios esfuerzos por aprender el idioma no dieron buenos resultados. De hecho, lo primero que aprendió a decir Luis Bonaparte fue: 'Soy el rey (koning) de Holanda', pero su mala pronunciación hacía que los neerlandeses entendieran: 'Soy el conejo (conijn) de Holanda'. De ahí que el juego de palabras que encierra el título de esta obra, Conijn van Olland, se pierda al traducirla por Rey d'Olanda.

El espectáculo, dirigido por Gijs de Lange, cuenta con música de Beppe Costa, quien ha recurrido a sonidos que considera habituales en Holanda, como los que produce el agua en todas sus formas: lluvia, goteo, olas..., así como otros de la época de Napoleón. Costa encarna también al monarca: 'Gracias a su interpretación, este lamento en favor de un hombre desconocido adquiere la dimensión y la torpeza conmovedora que le corresponde', dicen sus compañeros de reparto.

Según Lange, la fuerza motriz que les ha empujado a hacer este montaje no ha sido otra que la de ver a un hombre que hizo todo lo que creía que debía hacer: 'Era un idealista, salvó a Holanda de la dominación francesa, porque se enfrentó incluso a su hermano, y muchas de las cosas positivas que llevó a cabo se adjudican a la casa de Orange, que vino después de él', asegura.

Rey d'Olanda. Teatro de la Abadía. Fernández de los Ríos, 42. Del 6 al 10.

Rey d'Olanda. Teatro de la Abadía. Fernández de los Ríos, 42. Del 6 al 10.