Puig califica de 'broma pesada' los presupuestos para Castellón

El portavoz del Grupo Socialista-Progressistes de las Cortes Valencianas, Joaquim Puig, solicitó ayer la unión de fuerzas políticas e instituciones para conseguir un cambio en los presupuestos previstos por el Gobierno valenciano que, en lo referente a Castellón, calificó de 'broma pesada'. 'Éste no es el presupuesto que necesita la Comunidad Valenciana y que necesita Castellón', señaló Puig, quien comparó el montante destinado a la sociedad Parque Temático de Alicante, con 29.000 millones de pesetas, con los 16.000 millones que, según dijo, corresponden a todas las partidas que todas las consejerías destinan a la provincia de Castellón.

Éste, según el portavoz socialista, es un 'argumento suficiente' como para devolver el presupuesto al Gobierno que preside Eduardo Zaplana. Puig mantuvo que el presupuesto presentado por los populares adolece de credibilidad puesto que 'está basado en un cuadro macroeconómico, con un 2% de inflación y un 3% de crecimiento que, tal como dicen todos los especialistas, no se va a cumplir'. Además, el portavoz socialista indicó que 2002 será el primer año en el que se registrará un mayor número de desempleados, tal como vaticinan los datos que se hicieron públicos ayer mismo.

Otro de los motivos sobre la falta de credibilidad es que, según Puig, en los últimos tres años, el Gobierno de Zaplana no ha pasado del 50% de ejecución de lo presupuestado. Los datos aportados por el diputado socialista indican que la ejecución del presupuesto de 1999 de las consejerías de Obras Públicas, Cultura y Educación, Sanidad, Industria y Comercio, Agricultura, Medio Ambiente y Bienestar Social fue del 46,7%, índice que bajó al 40,56% en 2000 y descendió al 40,19% según cifras del servicio de Intervención de la Generalitat a 31 de septiembre.

Infraestructura hidráulica

Por su parte, el secretario de Medio Ambiente de la ejecutiva del PSPV-PSOE, Francesc Signes, acusó al Consell de no cumplir con sus compromisos en materia de inversiones en infraestructuras hidráulicas para la puesta en marcha del Plan Hidrológico Nacional (PHN). Según Signes, 'la reducción en los presupuestos de 2002 de la partida destinada a invertir en recursos hidráulicos y en planes de saneamiento deja sin sentido el PHN'. 'Un plan de estas características, que solamente se fundamenta en un trasvase, tiene sentido si se hace un esfuerzo en saneamiento y ahorro de aguas', afirmó el responsable de Medio Ambiente socialista.

Signes denunció que la política del Partido Popular 'viene a dar la razón a aquellas comunidades autónomas que rechazan el PHN, ya que demuestra que no se ha hecho ningún esfuerzo previo al trasvase destinado a establecer una nueva cultura del agua basada en el ahorro y la reutilización de los recursos'.