Los fondos sacan brillo al oro
Los especializados en materias primas obtienen rentabilidades superiores al 30%
A la hora de diversificar un patrimonio, no está de más echar un vistazo a la gama de productos sectoriales que hay en el mercado. Uno de ellos son los fondos de materias primas, que invierten principalmente en compañías explotadoras de oro y petróleo. Alguno de éstos han alcanzado rentabilidades superiores al 30% en los últimos 12 meses, frente al descalabro experimentado por las bolsas.
Esta clase de activos no colocan su patrimonio de forma directa en petróleo, gas, metales básicos o preciosos, como el oro o el platino, ya que éstos se negocian a futuro y no al contado. De ahí que los gestores, para dar un sesgo relacionado con este sector, lo que hacen es colocar el patrimonio en empresas explotadoras, extractoras o comercializadoras de estas materias primas.
Merrill Lynch estima que la cotización del oro, ahora en 265,9 dólares por onza, podría alcanzar los 300 dólares
El oro puede subir porque la producción de las minas y las ventas de los bancos centrales parecen haber tocado techo
Los fondos que invierten en petróleo pierden porque el precio del crudo está en el nivel mínimo del año, a 21 dólares
En el mercado español no puede hablarse de que exista una gran cantidad de este tipo de productos, de hecho la mayoría que se comercializan están gestionados por entidades extranjeras que cuentan con expertos más doctos en la materia. De las pocas gestoras que los tienen entre su oferta destacan Ahorro Corporación, BBVA y Caixa Catalunya, aunque sus fondos no se encuentran entre los más rentables. Eso sí, la remuneración conseguida en el último año, según fuentes de Morningstar, ha sido menos mala que la del resto de los fondos de renta variable.
El más atractivo y con diferencia es el fondo Mercury ST World Gold & Mining, de Merrill Lynch. En los últimos 12 meses este fondo ha obtenido una rentabilidad superior al 30%. En septiembre, y a pesar del descalabro bursátil por el atentado contra las Torres Gemelas, este fondo ha ganado un 6%. ¿Cómo lo ha conseguido? El secreto ha estado en invertir principalmente en empresas explotadoras del oro, donde tiene el 90% de su exposición, algo que en el resto de los fondos tiene poca cabida.
Valor refugio
Trevor Steel, gestor del fondo, asegura que 'el oro tiene una correlación negativa con otras clases de activos, y la prueba está en que tras el conflicto el oro en barras se ha elevado a 20 dólares onza, un 7%, frente al desplome de las acciones y los bonos'. Cíclicamente, este metal precioso vuelve a erigirse como valor refugio, sobre todo en periodos como los actuales, donde la tragedia hace que los inversores prefieran tener pájaro en mano que ciento volando.
Después de cinco años bajistas, esta materia prima vuelve a resurgir. En enero de 1996, el oro alcanzó su precio más alto en el mercado de Londres, cotizando a 405,55 dólares por onza. Actualmente, se encuentra a 265,93 dólares, lo que supone una pérdida de valor en este tiempo del 52,5%, sin embargo todavía no alcanzado su cotización más baja (254,8 dólares), de agosto de 1999. Algo que según los últimos síntomas parece que no vaya a ocurrir en el corto plazo.
Uno de los motivos que los analistas apuntan para predecir este buen comportamiento es el debilitamiento del dólar. 'Algo que suele ser malo para el dólar, normalmente es bueno para el oro', argumenta Trevor Steel. Pero éste no ha sido el único factor. El buen comportamiento de algunas compañías cotizadas, como Australia Lihir Gold, explotadora de minas de oro en Nueva Guinea, que ha ganado en los últimos seis meses un 35%, ha sido otro de los factores.
El fondo de Merrill Lynch tiene invertido más del 80% en compañías mineras dedicadas al desarrollo de yacimiento, que ofrecen buenas perspectivas de beneficio a medio plazo. En cualquier caso, los gestores de este fondo han aprovechado las perspectivas del precio del oro y de las acciones productoras para retomar beneficios y aumentar la exposición en oro hasta un 85%.
En su opinión, el oro podría encaminarse a los 300 dólares por onza, ya que 'los factores negativos que han eclipsado el comportamiento de las acciones de oro parecen bastante agotados', subraya Stell. 'La producción de las minas de oro, las ventas de los bancos centrales y la cobertura del oro parecen haber tocado techo, lo que nos indica que hay al menos una probabilidad de que podamos presenciar un repunte sostenible en el precio del oro'.La presencia de oro o empresas explotadoras es, sin embargo, mínima en el caso de los demás fondos de materias primas, donde prevalece la inversión en empresas dedicadas al petróleo. Este hecho ha originado que la mayoría del resto de productos mantenga pérdidas en los últimos 12 meses. Así, por ejemplo, el Ahorro Corporación Materias Primas cede en este periodo un 8,1%; BBVA Materias Primas, un 8,8%, y Caixa Catalunya Materies Primeres, un 10%.
Precio mínimo
La razón es evidente. El precio del petróleo está a su nivel mínimo del año y cotiza a unos 21 dólares frente a los casi 30 dólares por barril brent alcanzado a principios de febrero de este año. En los últimos 12 meses ha perdido un 61% de su valor, después de que en octubre del año pasado llegase a 34,59 dólares. Aunque estos fondos no invierten en futuros del petróleo, sí lo hacen en empresas petroleras, totalmente dependientes de la evolución del crudo.
Es el caso del AC Materias Primas, un fondo en el que el 57% del patrimonio está colocado en petróleo, aunque en compañías de características muy diferentes (extractoras y perforadoras, refino y marketing, equipos de servicios y empresas integradas). La mayor exposición está en las empresas integradas y, por tanto, más diversificadas, como Repsol, Royal Dutch, TotalFina Elf, British Petroleum, Exxon o Texaco. La expectativa, según los gestores, no es demasiado mala. 'Estas compañías han sufrido mucho después del conflicto, aunque ahora parece que su precio se va a mantener'.
Entre los factores para que el precio del crudo no baje más destaca el hecho de que los inventarios en Estados Unidos hayan caído 7 millones de barriles, lo que deja las existencias en 299 millones de barriles, niveles que no se alcanzaban desde marzo -momento en el que el precio del crudo repuntó-, y es que el miedo a volar ha propiciado el uso del coche y las gasolinas en Estados Unidos.
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