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EL ENREDO
Columna
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Fúmbol es asín

1. Johan Cruyff se jubiló como entrenador, anunció que jamás volvería al banquillo, creó una universidad para futbolistas y ahora se dedica a opinar sobre los males del fútbol. A veces se mete con alguno de sus ex enemigos, pero procura ser elegante, incluso cuando clava puñales. Al acabar el Madrid-Barça de hoy muchos aficionados esperarán sus opiniones, y él intentará aparentar que habla con pasión pero sin forofismo, porque le gusta cultivar su imagen de sabio del fútbol, valga la paradoja. O sea, lo mismo que Felipe González. González ha defendido el acercamiento al PNV cuando la dirección de su partido evitaba comprometerse; ha sostenido públicamente que echar a Fraga bien valía pactar con el BNG cuando la dirección de su partido evitaba comprometerse; ahora defiende que los bombardeos sobre Afganistán deben acabar, cuando la dirección de su partido evita comprometerse. Yo, la verdad, en el caso de Zapatero, intentaría comprometerme alguna vez. El liderazgo es como montar en bici y hacer cochinaditas: una vez se empieza se le coge el gusto, y se mejora con la práctica.

El liderazgo es como montar en bici y hacer cochinaditas: una vez se empieza, se le coge el gusto y se mejora con la práctica

2. También es verdad que se exige a Zapatero lo que nadie ha conseguido. Desde 1977 ¿quién ha ganado las elecciones en España? Siempre las ha perdido alguien. La UCD tuvo que crucificar a Adolfo Suárez, sustituirle por Leopoldo Calvo-Sotelo, comerse dos intentos de golpe de estado y colocar de candidato a Landelino Lavilla para que el PSOE pudiera ganar. Qué decir de los socialistas: menos tráfico de órganos y venta de niños al por mayor, tuvieron que hacer casi de todo. Y total, para qué, para que el PP de Aznar ganara por una miajilla. El PP también perderá las elecciones, aunque no se sabe si en 2004 ó en 2020, como pronostica Aznar. (En 2007 se cumple el plazo que dio Suárez para que ganara González; tenían razón los Buendía de García Márquez: el tiempo es circular. O, como dice mi tía Pepi: esto ya está usao).

3. Pero estamos a lo que estamos, como dice José Antonio Camacho, y hoy estamos a fútbol. No creo que nunca se haya dado nada tan curioso como la rendición del Camp Nou a Emilio Butragueño. Sucedió que Butragueño sentó a Migueli con el regate del fotógrafo ('mira, mira aquí, mira el pajarito', y se iba por el lado contrario), marcó el 1-3 y el Camp Nou le ovacionó. Aquel Madrid no era invencible, pero aquel Barça no transmitía a su afición confianza en la victoria. Y entonces va Juan Fernando López-Aguilar y dice en la comisión Gescartera: 'Usted es un gran político, señor Rato, pero qué gran dialéctico, ya me lo esperaba yo, lo ha hecho usted muy bien'. Podría haber añadido: '¿Le importaría darnos clases particulares de mala leche?'.

4. Si la política local no entusiasma, siempre nos queda la Champions League. Ahí sí que somos unos figuras, con Piqué en plena forma. Dice el embajador de Marruecos: salgo un momento a por tabaco. Y no vuelve. Y Piqué se pasa dos días diciendo: 'Ni idea de qué pasa'. Te pueden meter cinco goles, pero cualquier entrenador sabe que no puede confesar que no tiene ni idea, cualquier entrenador improvisa una explicación, aunque sea un socorrido ya se sabe, fúmbol es asín.

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