Compañera para todo
La Kawasaki ER-5 ofrece lo que se necesita para el uso diario y tiene un precio razonable
LA ER-5 ES UNA MOTO media de planteamiento básico, casi utilitario. Cuesta 919.000 pesetas y hace pocas concesiones al lujo y los refinamientos. Pero, a pesar de su sencillez, es una moto de verdad en el sentido más amplio: ofrece prestaciones muy dignas y circula con soltura en todas partes.
La nueva Kawasaki no tiene carenado. La carrocería está formada por el depósito de combustible, el asiento y el colín, y sigue las últimas tendencias: líneas bastante angulosas y dos alturas, una para el conductor y otra algo más elevada para el pasajero.
La calidad general y los acabados son correctos, pero incluyen detalles poco habituales en motos de su precio, como el indicador del nivel de combustible, la funcionalidad de los mandos (luces, intermitentes...) y una práctica y amplia guantera debajo del asiento. Como aspecto negativo destaca el freno trasero de tambor, una solución anticuada que cumple en el uso normal, pero pierde eficacia si se le exige con cierta intensidad.
UNA MECÁNICA VETERANA
El motor es un veterano bicilíndrico en línea refrigerado por agua. Tiene ya más de una década y se ha montado en motos tan variadas como la GPZ 500 (deportiva), Vulcan 500 (custom) y KLE 500 (trail).
La versión de la ER-5 rinde 50 CV y combina una respuesta y empuje correctos, y unas buenas recuperaciones. A bajo régimen tiene un tacto algo tosco y con vibraciones, pero a partir del primer tercio de acelerador redondea su respuesta y acaba ofreciendo una brillante estirada final.
El chasis y las suspensiones son tradicionales: robusto bastidor de tubo de acero, la clásica horquilla telescópica delante y suspensión trasera con los dos amortiguadores anclados al basculante.
EN MARCHA SORPRENDE
Utilizando como base una mecánica convencional, Kawasaki ha logrado ofrecer una moto sencilla, económica, fiable y eficaz. Alcanza casi 200 km/h. y es capaz de viajar en autopista al ritmo que el piloto sea capaz de soportar: no lleva carenado. En carreteras de montaña admite una conducción deportiva suave, porque está limitada por la falta de eficacia de los frenos traseros de tambor. Y en ciudad se desenvuelve bien en los atascos y es ideal para evitar llegar con retraso a las citas. Además está preparada para alojar cómodamente a cualquier acompañante. No se puede pedir mucho más por un precio y mantenimiento tan contenidos.
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