Dos incendios arrasan unas naves en Jaén y una bodega de Jerez
Un fuego que se originó en las oficinas de la empresa Ecolínea Muebles Tapizados de Mengíbar (Jaén) arrasó ayer dos de las tres naves de ésta fábrica en el polígono industrial Llanos del Guadalquivir. Las llamas comenzaron alrededor de las tres de la tarde y tardaron más de dos horas en ser controladas. No se produjo ningún incidente entre los trabajadores de esta empresa. Del mismo modo, otro incendio arrasó las bodegas Núñez Terriza de Jerez.
El fuego de Jaén alarmó a la población por la alta densidad de humo que salía de la fábrica, llena en su interior de muebles y sofás. Las dos naves afectadas tuvieron que ser demolidas por el estado de ruina en el que quedaron. Hasta Mengíbar se desplazaron bomberos de la capital, que intervinieron para sofocar el incendio con dos vehículos autobomba y otro más de escalera. También colaboraron en la extinción policías locales, Guardia Civil y miembros de Protección Civil. Las causas de este incendio se desconocen aún, aunque están siendo investigadas por equipos especiales.
Nuevo siniestro
Las bodegas Núñez Terriza, ubicadas en la Ronda de Muleros de Jerez, también fueron pasto la noche la madrugada del miércoles de un pavoroso incendio que arrasó gran parte de las instalaciones. Este inmueble fue escenario el pasado mes de julio de un accidente laboral que se saldó con dos víctimas mortales, dos obreros de la construcción que trabajaban en un solar contiguo y que fueron sepultados tras el derrumbe de una de las paredes de la bodega.
El fuego, cuyo origen se localizó en una estancia que almacenaba cajas de cartón y etiquetas, comenzó a última hora de la noche del martes por causas que se desconocen, aunque tanto la Delegación de Seguridad como los Bomberos señalaron que el siniestro pudo ser causado por alguien que accediera al interior de la bodega. Ésta ha sido objeto de numerosos saqueos y robos en los últimos meses.
El jefe de Bomberos en Jerez, José Luis Ferrer, tildó de 'muy arriesgada' la intervención de sus hombres y lamentó que estuvieran sometidos a un 'riesgo innecesario' por la amenaza de desplome existente. Ferrer subrayó que, ya en el mes de julio, cuando se produjo el accidente laboral, comunicó a las autoridades la urgencia de demoler de forma controlada la parte que aún queda en pie de la bodega. El responsable de Bomberos en Jerez aseguró que la bodega puede derrumbarse en cualquier momento con el consiguiente peligro que ello implica para vecinos y viandantes.
La larga instrucción judicial ha impedido hasta el momento proceder al derribo del inmueble, aunque, según Manuel González Gamero, abogado de dos de las víctimas del accidente de julio, no pasará mucho tiempo antes de que llegue una orden judicial al respecto.
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