En defensa de Arenas

No salgo de mi sorpresa desde que vi publicada en la sección de Opinión del Lector, con fecha 31 de octubre, una carta en la que un lector profiere todo tipo de vejaciones contra un periodista de Canal Sur, mi amigo y compañero Luis Arenas. Me sorprende que haya opiniones tan radicales contra el trabajo de un profesional de la talla, la experiencia y la humanidad de Luis Arenas, por lo que sospecho que debe tratarse de cualquier envidioso o correveidile.

Pero lo que realmente me sorprende y me llena de turbación y contrariedad es que el cuadernillo de Andalucía de un diario tan prestigioso como EL PAÍS haya dado soporte al insulto gratuito e injusto contra un profesional de la información, sea cual sea el medio de comunicación para el que trabaje.

Quienes trabajamos en los servicios informativos de Canal Sur tenemos en común con EL PAÍS que somos periodistas, aunque tal vez tengan la impresión de que, por el hecho de tratarse de una cadena de titularidad pública, todo vale contra nosotros. Por ejemplo, que EL PAIS se convierta en lanzadera de críticas crueles y malintencionadas contra compañeros de profesión.

EL PAÍS ha permitido que un lector arrogante pida abiertamente en sus páginas que separen a Luis Arenas de su trabajo, con lo que éste periódico se convierte en cómplice de esa solicitud, propia de un desequilibrado.