La UE critica a israelíes y palestinos por 'hacer el juego' a los extremistas
La Unión Europea lanzó ayer una nueva alerta, en esta ocasión más crítica que lo habitual, sobre el deterioro de la situación en Oriente Próximo. Los ministros de Exteriores de los Quince, reunidos ayer en Luxemburgo, pusieron de manifiesto que la violencia en la zona está alcanzando un nivel 'desconocido desde hace años' y que 'la ausencia de una perspectiva política favorece la confrontación y hace el juego a los extremistas'. Para la UE, la solución sólo pasa por 'la constitución de un Estado viable y democrático' para los palestinos y el 'derecho a vivir en paz' de los israelíes.
Los ministros aprovecharon el décimo aniversario de la celebración de la Conferencia de Madrid para criticar las actitudes de las partes en conflicto y para recordarles que no hay ninguna alternativa posible a las conclusiones de esa conferencia. 'Todas las demás opciones están condenadas al fracaso', aseguró el titular español, Josep Piqué, quien afirmó que los Quince habían expresado su opinión a sugerencia de España.
Tras su reunión de ayer, los ministros señalaron en sus conclusiones que 'la desconfianza, el miedo y el resentimiento' están llevando a una gran radicalización del conflicto. A la hora de señalar los principales obstáculos de cada parte, los Quince exigieron a las autoridades israelíes que retiren de inmediato sus fuerzas armadas de la zona que administrativamente corresponde a la Autoridad Palestina. A los palestinos les pidieron que hagan todo lo posible por detener a los responsables de los atentados realizados contra los israelíes.
Para la UE, mantener la grave situación actual sólo puede contribuir a incrementar 'los sufrimientos de los pueblos afectados', por lo que es necesario que israelíes y palestinos se sienten de nuevo en la mesa de negociaciones 'sin condiciones'. A los esfuerzos europeos en la zona, concretados con las continuas visitas de Javier Solana, el representante para la política exterior de la UE, se unirán en breve Guy Verhofstadt, primer ministro de Bélgica (país que preside este semestre la UE), y el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, que harán un viaje conjunto. El titular francés, Hubert Védrine, reconoció que la explosiva situación en Oriente Próximo 'puede afectar' a la consolidación de la coalición internacional contra el terrorismo, pero los ministros no se pusieron de acuerdo sobre qué métodos usar para presionar a las partes para que se sienten a negociar.
De otra parte, los ministros hicieron un breve repaso a las operaciones militares en Afganistán y a las repercusiones de la misma en la coalición internacional contra el terrorismo. Algunos ministros criticaron en pasillos los escasos resultados de la campaña militar que encabeza Estados Unidos. 'No vemos que haya precisamente grandes éxitos', comentaron fuentes del Consejo, que se refirieron a los notables tropiezos.
Pública y oficialmente, en cambio, los ministros europeos eluden expresar crítica alguna a la operación militar, bajo el argumento de que 'todavía hay que esperar' para que haya resultados concretos, entre otras razones porque 'la intervención terrestre es muy reciente', como señaló Piqué, quien confió en que la coalición internacional 'no se debilite en función de hechos puntuales a corto plazo'. Sólo el francés Védrine comentó que se reconocen los errores, pero que no hay alternativa y que 'hay que continuar' con las acciones militares. No obstante, los ministros expresaron su temor a que la prolongación de las operaciones militares resquebraje esa coalición, especialmente en países árabes o musulmanes próximos a Afganistán.
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