Correctivo por vía postal

El martes, Francisco M.P. recibió una carta de su Ayuntamiento. Una multa, pensó. Pero no. Era un escrito en el que le informaban de que su hija de 18 años había sido sorprendida por agentes municipales circulando sin casco. Viajaba con su novio, que era quien conducía la moto. La misiva iba más allá del mero chivatazo e instaba a la familia a 'comprometerse con la actitud de los jóvenes en la calle'. Francisco admite que se sorprendió, pero aclara que gratamente: 'Mi niña no es una gamberra, pero le cuesta ponerse el casco. Ahora los padres tenemos la tranquilidad de saber que nuestros hijos están algo controlados'.

La iniciativa ha sido del concejal de Seguridad de Vélez Málaga, el socialista Antonio López, y pretende informar a los progenitores de todas las gamberradas o infracciones que cometan los jóvenes de entre 12 y 20 años. Tanto si no llevan el casco, como si rompen mobiliario urbano, hacen el caballito con las motos, se exceden los ruidos o en el consumo de alcohol. El objetivo es educar a los jóvenes para que participen en la movida sin molestar a los demás ni poner en peligro su propia vida y responder a las quejas de los vecinos que viven en las zonas de diversión nocturna.

López no ha tenido ninguna contestación a las más de 30 cartas ya enviadas, pero dice que las llamadas de los vecinos han disminuido notablemente. 'Señal de que los padres han actuado', supone. El edil se apresura a precisar que no se trata de una medida aislada. Continuará en el tiempo y se desarrollará dentro de una campaña orientada a controlar el consumo de alcohol y a concienciar sobre la importancia de cumplir las normas de tráfico.

'No estoy en contra de la juventud. Los jóvenes se tienen que divertir, pero dentro de un orden porque hay gente que está descansando y le molesta la actitud de los gamberros', puntualiza López. El alcalde, Antonio Souvirón (PSOE), respalda al concejal: 'Hay que contribuir entre todos a educar a los niños. No podemos poner un policía detrás de cada chaval, por eso hay que concienciar a la familia de que no puede comprarle una moto y desentenderse'.

Para José Luis Piédrolas, vecino de la plaza de las Carmelitas, corazón de la movida, la medida es insuficiente. Está de acuerdo con el envío de las cartas, pero cree que debería intensificarse la penalización económica. 'Si el padre del infractor sufriera las consecuencias en su bolsillo, sería más eficaz', dice.

El concejal de Seguridad aclara que cuando la infracción es grave, la multa se aplica. Generalmente, las cartas sin penalización económica están reservadas para casos leves y de jóvenes que no tienen la mayoría de edad. Los chavales reincidentes o sin solvencia económica podrán pagar con trabajos en beneficio de la comunidad.

A Francisco Toboso, portavoz del PP en Vélez, la iniciativa no le disgusta pese a que está en la oposición. 'Si yo recibiera una carta avisándome del comportamiento de mi hijo no acorde con las normas, hasta lo agradecería', asegura. Salvador Marín, portavoz municipal de IU, opina que está bien que la policía local detecte las infracciones, las controle y las comunique a los padres porque no es más que 'su obligación'. Pero cree que tratándose de actuaciones que van dirigidas a menores deberían llevarse con sigilo y no comentarse a bombo y platillo.