Los Supers al 'petrirrescate'
145.000 personas asistieron ayer en el estadio olímpico de Barcelona a la fiesta infantil del Club Super 3
El Club Super 3, el programa infantil del canal K3, celebra este fin de semana en el Estadio olímpico Lluís Companys la Fiesta de los Supers, una de las mayores concentraciones de niños que se llevan a cabo anualmente en Barcelona. Los cientos de miles de Supers, socios del club, convocados a este encuentro tienen esta vez como misión rescatar a Petri de las garras del malvado Megacero. Si los niños cumplen su tarea podrán reencontrarse hoy con Petri al que, después de 10 años, encontrarán con una cara nueva.
'Ya verás qué bien te lo pasas, conocerás a Petri, y a Ruïnosa, y juegas con otros niños. A mí me gusta mucho', explica una pequeña durante la larga cola en la avenida de la Reina María Cristina para subir al estadio olímpico en autobús y participar en la Fiesta de los Supers. Una vez arriba, esta niña encuentra, al igual que los 300.000 pequeños que participan anualmente en esta actividad, más de 80.000 metros cuadrados destinados a jugar y a intentar escapar del bombardeo publicitario de las marcas amigas del club que ya preparan la campaña navideña.
Ricard Mateu, responsable de los contenidos infantiles y juveniles de la Corporación Catalana de Radio Televisión (CCRT), define la Fiesta de los Supers como 'un encuentro entre los socios en el que también entras en contacto con los personajes del programa. Una especie de bienvenida al nuevo curso'. Después de que padres, madres, tíos, abuelos o cualquiera de las múltiples variedades que permite la familia moderna guarde una larga cola, el niño puede realizar actividades como lanzarse en tirolina, subir por un rocódromo, jugar con ordenadores y videoconsolas, dibujar o participar en una gincana. Todo ello después de que los asistentes reciban el mensaje publicitario de los patrocinadores de cada actividad. 'Con los niños no se juega. Aquí está prohibida la venta de estos productos. Además, para montar una caseta las marcas deben proponer siempre una actividad para los niños', dice Mateu refiriéndose a la gran presencia publicitaria existente en la fiesta. Productoras de vídeo, como la de la serie de dibujos animados Xin Chan, muestran a su personaje a pesar de que no esté precisamente destinado al público infantil; los parques de atracciones venden sus fiestas de Halloween con un concurso de gritos o realizando maquillaje a los niños, la editorial de Harry Potter propone practicar el juego de cartas que tiene a este aprendiz de brujo como protagonista y La Caixa invita a visitar un planetario.
Solidarios
El aspecto más solidario de la fiesta lo ponen las Tres Mellizas, que, asociadas con la Generalitat y varias ONG, permite jugar a los niños a la vez que se solidarizan con jóvenes del Tercer Mundo, enfermos, discapacitados o víctimas de las guerras y conocen expresiones como comercio justo o desarrollo sostenible. Una muestra de que, además de su carácter comercial, la fiesta mantiene el espíritu inicial de servir de encuentro entre miles de niños distintos que se conocen y comparten un espacio jugando durante unas horas.
Asistir al estadio olímpico el fin de semana puede servir para desmoronar, en la mente de muchos, la teoría demográfica sobre el envejecimiento de la población, a juzgar por la gran cantidad de niños que allí se concentra. Gritos, llantos, risas y canciones entran en los oídos de los presentes con el nivel de decibelios más alto jamás pensado. '¡Mira, es Tomàtic!', grita un niño al ver un muñeco que representa al contestador automático del programa y el animador musical de la fiesta. Entre los invitados al escenario aparecen Gossos, Sopa de Cabra, 'que se despide de su público infantil', o la sofisticada y malvada Ruïnosa, que presenta sus nuevas canciones con el coro del Super 3.
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