Miradas desde el porvenir

La gran eclosión del arte contemporáneo portugués se produjo a mediados de los ochenta. La irrupción en la escena internacional de Sarmento (Lisboa, 1948) y Cabrita Reis (Lisboa, 1956) abrió las puertas para otros creadores de su generación como Jorge Molder, Rui Chafes o José Pedro Croft. Hasta entonces tan sólo habían traspasado las fronteras de Portugal unos pocos artistas y de forma aislada, nunca con ese sentido de pertenencia a una generación que marcó al grupo de los ochenta. Estos nombres forman parte de la muestra Arte portugués: argumentos de futuro, que puede verse en dos salas sevillanas hasta el 7 de noviembre, y con la que instituciones públicas y privadas persiguen acabar con el aislamiento que a lo largo de la historia ha marcado las relaciones entre España y Portugal.

El ámbito de referencia del arte portugués gira en torno a lo anglosajón, concretamente al arte conceptual

La exposición, dividida entre las salas Chicarreros e Imagen, reúne obras de gran formato de una treintena de artistas portugueses de los ochenta y los noventa. Se trata de una selección de las 70 piezas que forman la colección de arte contemporáneo luso que posee el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz (MEIAC).

La exposición es uno de los pilares fundamentales de un ambicioso programa elaborado entre las consejerías de cultura de las juntas de Andalucía y Extremadura, el Ministerio de Cultura de Portugal y la Universidad de Sevilla. El programa general, patrocinado por la Obra Cultural de Caja San Fernando, se desarrolla en Sevilla del 15 de octubre al 2 de diciembre e incluye una muestra interactiva de arte virtual titulada Apertura 1.0: seis proyectos digitales en la colección MEIAC, conferencias, talleres de arte y un ciclo de cine de Manoel de Oliveira.

Arte portugués: argumentos de futuro podrá verse también en Madrid en la sede de la Fundación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) del 15 de noviembre hasta el 31 de enero de 2002. 'Tenemos peticiones para que la muestra viaje además a Barcelona y Oporto, pero todavía no se ha concretado nada. Con esta iniciativa, que ha partido de Caja San Fernando, el MEIAC se ha convertido en embajador de la cultura portuguesa', comenta Francisco del Río, asesor plástico de la entidad financiera y comisario de la muestra junto a Antonio Franco y a la ex galerista portuguesa Teresa Fonseca.

'La tradición de la pintura portuguesa no ha tenido tanto peso en lo contemporáneo como ha ocurrido en España. El ámbito de referencia del arte portugués gira en torno a lo anglosajón, concretamente al arte conceptual, y se ha articulado mejor sobre nuevos soportes', comenta Antonio Franco, director del MEIAC.

El museo extremeño, creado en 1995 y que ocupa la antigua cárcel de Badajoz, tiene la mayor colección de arte contemporáneo portugués que existe fuera del país. 'Uno de los argumentos fundacionales del museo fue precisamente el servir de puente entre Lisboa y Madrid, estamos en un lugar estratégico para ese cruce de relaciones', apunta Franco. Galeristas españoles, como Juana de Aizpuru, que trabaja con Cabrita Reis desde finales de los ochenta, han dado a conocer el trabajo de los portugueses en España, especialmente en las últimas ediciones de Arco en Madrid.

'Los artistas más jóvenes se

encontraron con una generación ya instalada, pero han sabido hacerse un hueco utilizando los nuevos lenguajes como la videocreación y las instalaciones. João Onofre Rui Toscano y Noé Sendas son algunos de los protagonistas de la escena artística de los noventa', explica Franco. 'Pero la muestra no plantea una confrontación intergeneracional, sino justo lo contrario. La colección simplemente trata de documentar una realidad. El museo es un contenedor y tenemos que mantenernos al margen de los conflictos', añade el responsable del MEIAC.

Abstracto, branco, tóxico e volátil (1997) es el título de la enigmática tela de Julião Sarmento, una obra de gran formato en tonos blancos y negros cargada de nostalgia y ausencias que puede verse en la sala Chicarreros. El mismo espacio cuelga la pieza H. Suite V (1992), de Cabrita Reis, y una serie de seis fotografías en cibachrome (1999), en la que Rita Magalhães evoca a la joven de la perla retratada por Vermeer. En esta sla se exhiben también trabajos de Jorge Molder, Helena de Almeida, Alburquerque Mendes, Michael Bibertein, Ángela Ferrerira, Fernanda Fregateiro y Pedro Calapez.

En la sala Imagen cuelgan también obras de Leonel Moura, Paulo Nozolino, Carlos Vidal, José Pedro Croft, Joao Onofre, Noé Sendas, Julia Ventura y Rui Serra, entre otros.

Desde el 12 de noviembre hasta el 2 de diciembre, el salón Chicarreros proyectará 15 títulos del director luso, casi todos inéditos en España. Os canibais, O dia do desesperao y A carta son algunas de sus películas que se proyectarán en versión original con subtítulos en español. Conocedores del trabajo de Oliveira como el crítico de cine Jacques Parsi, la actriz Leonor Silveira y el productor Paolo Branco participarán en un ciclo de conferencias que clausurará el propio Manoel de Oliveira el 1 de diciembre.

Posteriormente, en la presentación de Madrid, se han organizado mesas redondas sobre literatura y conciertos de música portuguesa contemporánea.