Reacciones
Hay gente que se toma muy bien lo que está pasando (aviso: cada vez que lean en este artículo la frase 'lo que está pasando', piensen en lo que ustedes creen que está ocurriendo; es la única forma de contentar a todo el mundo, tendencia que es otra de las cosas que están pasando). Un sensato taxista me decía hace poco que, gracias a lo que está pasando, ha podido defender ante su señora la tesis de que no necesita echar más horas para meterse en otra hipoteca destinada a una segunda vivienda.
Frente a la sensatez del taxista se producen, sin embargo, reacciones audaces. Sólo así puedo calificar la entusiasta aportación estética al momento crucial, a cargo del ministro Piqué y de su inmediato superior y prácticamente superior en todo lo inmediato, presidente Aznar. Piqué presentó un salado logotipo que usaremos (no me pregunten dónde: si en las toallas, si en los calzoncillos) mientras dure la presidencia española de la Unión Europea. En cuanto a Aznar, se dio reflejos caoba en el pelo.
El logotipo tiene un punto erótico indudable. Figura que es la piel de toro, o sea, España, que se estira hacia una especie de estrellica, que no es la de Belén (no está el momento para nacimientos, aunque hay mucha mula en el Gobierno israelí, pero ésta es otra historia), sino la de Merimée, es decir, Europa, dispuesta a ser penetrada (oh, sí, han leído bien: pe-ne-tra-da; la política es un jolgorio) por esta nueva versión de Zeus que se dispone a raptarla por gentileza del ministro de invenciones exteriores.
En cuanto a los reflejos caoba de don José María, confieso que, al principio, no lo atribuí a una Operación Mecha Duradera. Como soy de natural confiado y respetuoso, creí que nos hallábamos ante un Pentecostés, ya saben, aquello del Espíritu Santo iluminando a los apóstoles con el don de lenguas. Qué suerte, pensé, recibir al Berlitz School Holy Ghost precisamente ahora, cuando tanto tiene que comunicarse con Bush para criticar el terrorismo en inglés.
Pues no, queridos. Las llamas que le nimban son de puñetero frasco. Se cargaron las Torres, y él se fue a la pelu, a quitarse la depre. A veces me pregunto si, con lo que está pasando, nos conviene un presidente tan humano.
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