Los atracadores del BBVA de Málaga dejaron en el suelo una fortuna en joyas
Los autores del golpe a la cámara acorazada del BBVA en la calle Larios de Málaga dejaron por el suelo una fortuna en joyas. Los atracadores violentaron un centenar de cajas de seguridad, de las 451 que existen en esta estancia, aunque no consiguieron abrir todas. 'Cientos de joyas de enorme valor estaban desperdigadas por el suelo', relató un testigo de cómo la policía buscaba huellas en la cámara. Incluso había fajos de billetes de 10.000 olvidados en la huida. Todo hace indicar que los ladrones encontraron suficiente dinero en efectivo como para despreciar el tesoro que iba saliendo de las cajas de seguridad: algunas alhajas eran tan nuevas, que estaban en cajas sin abrir, como un Cartier.
El banco tiene un seguro suscrito por la compañía Aurora Polar (que el BBVA vendió a AXA) que cubre las pérdidas de los usuarios hasta un límite de ocho millones de pesetas por caja. El inconveniente está en establecer qué había en el interior de los cofres. La compañía de seguros pidió ayer a los titulares que rellenaran un impreso con el contenido de las cajas antes de confirmarles si estaban o no entre las abiertas. Esta actuación retrasó hasta las 15.00 la comunicación oficial a los afectados de su situación. El abogado Damián Vázquez, de la Asociación de Usuarios de Banca, que afirma representar a medio centenar de clientes, pretende crear una plataforma de perjudicados.
Los ladrones entraron en la cámara por un agujero en la noche del sábado y aunque la alarma se activó, ni la policía ni los guardas de seguridad de Prosegur detectaron la presencia de extraños. Tras una decena de visitas de los agentes, los atracadores decidieron, para evitar más interrupciones, reventar una estación telefónica de 400 líneas, de una calle contigua.
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