Pedro Costa bucea en una farsa de adopciones con 'Lazos de sangre'

Un antiguo escándalo de adopciones en el que aparecían involucradas monjas, médicos y mujeres dispuestas a la farsa es el punto de arranque de Lazos de sangre, un telefilme dirigido por el realizador Pedro Costa para las cadenas autonómicas. El proyecto, grabado en vídeo digital y con un presupuesto de 80 millones de pesetas, forma parte del cada vez más ambicioso catálogo de películas para la pequeña pantalla que financia la Federación de Organismos de Radio y Televisiones Autonómicas (FORTA).

Una laboriosa investigación lleva a Miguel (Jorge Monje), el protagonista de Lazos de sangre, a descubrir el enigma de su vida. A los 21 años descubre que sus padres -dueños de un taller de encuadernación en la localidad madrileña de Leganés- no son en realidad sus padres biológicos. Pero, aparentemente, no es un hijo adoptado. Existen fotografías de su madre durante el embarazo. La madeja de una tupida red de tráfico encubierto de bebés, desvelada en su día por la revista Interviú, se irá desliando poco a poco.

Pedro Costa recupera esta vieja historia para trazar la trama argumental en un telefilme de 90 minutos de duración cuyo rodaje acaba de concluir. A sus órdenes han trabajado María José Alfonso, Manuel Gallardo y Andrea Bronston, que encabezan el reparto de uno de los seis telefilmes comprometidos este año por la FORTA.

'Son historias cercanas, pero sorprendentes e interesantes; argumentos salidos de la realidad española que el cine no aborda', explica Costa, que ha dirigido también para las cadenas autonómicas Mi hijo Arturo (titulada en su inicio Matar moscas a cañonazos), una obra que se adentra en los errores médicos a partir de un drama real. Otros telefilmes de esta tanda enfocan la violencia doméstica sobre las mujeres (María la portuguesa), los delitos en el ciberespacio (Asalto informático) o el contrabando (Kubala).

Un género con identidad

El director de la célebre serie La huella del crimen subraya el interés de la FORTA por los telefilmes, un género de gran tirón entre las televisiones estadounidenses y del que parecen huir las cadenas españolas, y en especial la estatal. 'En contra de lo que piensan los actuales cerebros de TVE', dice, 'una TV-movie no es una película de bajo presupuesto o una película bajita. Es un género con una estructura muy definida y unas peculiaridades que lo diferencian de otros productos televisivos'. El realizador sostiene que con un presupuesto de 80 millones de pesetas es posible hacer telefilmes 'de gran dignidad y altamente competitivos'. Estas producciones están grabadas en vídeo digital, un sistema que abarata costes, agiliza la planificación y facilita la labor de montaje.

Durante las cuatro semanas de rodaje, Lazos de sangre ha tenido un especial seguimiento por parte de Telemadrid. Costa agradece las facilidades del Ayuntamiento de Leganés, un municipio que 'entiende perfectamente' que es beneficioso para su imagen que se rueden películas en sus dominios. Además, 'favorece al máximo la producción y no cobra tasas', una política muy distinta a la de Madrid, advierte Costa, donde sólo en la época en la que Enrique Tierno Galván ocupó la alcaldía se extinguió ese alarmante canon.