_
_
_
_

Fangoria reúne doce canciones cortas y bailables en 'Naturaleza muerta'

Alaska y Nacho Canut ironizan sobre el éxito y 'lo natural' en su disco

Amelia Castilla

Son una pareja perfecta. Olvido Gara (México, 1963) y Nacho Canut (Valencia, 1957), fundadores y componentes de Fangoria, llevan más de veinte años como un matrimonio artístico que nació con Kaka de Luxe, en pleno auge del punki. Su nuevo disco, Naturaleza muerta, se pone a la venta el lunes y reúne 12 temas, en los que la música de baile se mezcla con letras sobre relaciones tumultuosas. 'Son canciones cortas, montadas para que simulen el efecto de una pastilla: empieza suave, va subiendo y baja', cuentan.

Más información
EL DESENFADO DE McNAMARA Y FANGORIA TRIUNFA EN EL SOCARRAT

La bajada del disco culmina con Ese hombre, una canción de Manuel Alejandro. 'Grabar temas de otros es una declaración de principios', dice Alaska. 'Lo hacemos en cada álbum e incluso, una vez al año, grabamos uno con versiones que sólo se consigue a través del club de fans'.

Otra norma no escrita de la casa Fangoria es que los discos lleven un nombre que poco o nada tiene que ver con las canciones. 'Aprovechamos el título para decir algo más', cuenta Canut. En la portada de Naturaleza muerta ambos aparecen disecados en un bosque de aspecto tenebroso, él con gafas oscuras y ella con escote generoso y vestido ceñido. Ésa es la idea que estos urbanitas tienen de la vida en el campo. 'Es también una especie de guiño sobre la fama y los artistas que van de naturales. El éxito y lo natural entran en conflicto y más desde que las operaciones de cirugía se han puesto al orden del día', comentan, aclarando que ellos están a favor del bisturí.

Tras el éxito de su anterior trabajo, Una temporada en el infierno (1999), que recibió el calificativo de mejor disco de la década de los noventa, empezaron la grabación de Naturaleza muerta 'presionados por la discográfica'. Estaban en un buen momento artístico y había que aprovecharlo. Tenían claro el título y la portada, algunos temas los habían tocado en conciertos y festivales y, sobre todo, sabían lo que querían: canciones cortas y bailables. Con esa idea se reunieron con su equipo habitual para grabar el disco, que incluye No se qué me das, lanzado en un single como adelanto del que se hizo una edición limitada de 2.500 copias. 'Podríamos hacer otro el mes que viene', dice Alaska con naturalidad. 'Hacemos muchas más cosas que grabar discos. Por nuestro carácter no podríamos pasar dos años enfrascados preparando una misma historia. Somos un grupo que hace cosas; cuando formamos los Pegamoides queríamos montar un drugstore, en el que Ana Curra y yo nos íbamos a ocupar de la peluquería'.

Popularidad y ventas

La popularidad de que gozan, sobre todo ella, no va acompañada de la venta masiva de sus discos, aunque ha habido excepciones como el éxito conseguido con Deseo carnal. 'A mí la fama sólo me ha servido para pasar de ser una persona rara a la que no paran los taxis, a que te paren porque eres famosa', cuenta Alaska, que, pese a su llamativa imagen -pelo rojo, maquillaje abundante y vestido de látex negro- trata de llevar una vida lo más normal posible, como sentarse en una terraza con los amigos o acudir a la universidad cada día para asistir a las clases de Historia.

La opinión de Canut sobre la relación entre la fama y el éxito de ventas es que las cifras sólo representan lo que se ha gastado una compañía en la campaña de marketing para promocionar a un artista. 'Hay músicos que venden un millón de discos en un año y que al siguiente nadie se acuerda de ellos. La crítica no deja de ser una opinión, pero son ellos los que escriben la historia'.

Alaska y Nacho están en las oficinas de Subterfuge, una discográfica independiente cuyas paredes están decoradas en rojo, negro y naranja, con un paisaje que simula las llamas del infierno y a los que arden en ese fuego. Ambos debutaron en la música cuando los Sex Pistols gritaban Good save the queen. Ellos encabezaban en España el movimiento punki y en los conciertos les llovían los escupitajos y hasta las litronas de cerveza. 'Teníamos los mismos gustos. Nos encantaban las películas de Berlanga, Londres era una ciudad mítica y veíamos las mismas series americanas'. Luego llegaron Pegamoides, Dinarama y ahora Fangoria, pero ellos creen que no han cambiado mucho en todo este tiempo. Los esquemas son los mismos. 'Fuimos de los primeros en utilizar sintetizadores y cajas de ritmo. Nunca hemos sido puristas, ni del rock ni de la electrónica'.

Alaska y Nacho Canut, ayer en Madrid.
Alaska y Nacho Canut, ayer en Madrid.BERNARDO PÉREZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_