Osasuna, un polvorín
Las críticas de un jugador, Gancedo, al estilo de juego, mal asumidas por Lotina, causan una grave crisis en el club navarro
Pocos aficionados de Osasuna habrían imaginado que la derrota ante el Tenerife, el domingo en El Sadar, iba a traer tanta cola. Y mucho menos si se advierte la posición del equipo navarro, seis puntos por encima del descenso. Pero lo cierto es que vive sumido en una crisis que amenaza con acabar con su imagen de club sólido. Ni siquiera Miguel Ángel Lotina, el técnico pausado del eterno ceño fruncido, ha escapado a la tensión y también ha perdido los papeles.
El detonante fueron unas declaraciones de Gancedo tras ese encuentro. El jugador argentino recriminaba 'la falta de actitud atacante' y 'el escaso atrevimiento'. 'Jugando así de mal', concluyó, 'Osasuna va a ganar pocos partidos'. Unas palabras sinceras, propias de alguien temperamental, que fueron sacadas de contexto. Tras rectificarlas dos días después, reconoció estar 'alucinado' con el revuelo causado: 'Jamás habría imaginado que tuviese que pedir perdón ante más cámaras de las que hay en la guerra de Afganistán'. Unas excusas que le había exigido Lotina, quien, delante de sus compañeros y con un ejemplar del periódico en la mano, le pidió que se desdijera. En principio, Gancedo se negó, por lo que se le expulsó del entrenamiento y se le abrió un expediente disciplinario.
Finalmente, cuando todo parecía aclarado entre Lotina y Gancedo, un nuevo capítulo de este culebrón se produjo el miércoles. Un hincha acudió a Tajonar para ver ejercitarse al cuadro e increpó a Lotina: 'En vez del chico [Gancedo], el que debería marcharse eres tú, que, si no es por la Real, estaríais en Segunda'. Lotina saltó víctima de la presión acumulada: 'Estamos trabajando. Cuando pagues, criticas. Si no, vete a casa'. Un duro intercambio de pareceres que culminó con la suspensión de la sesión por Lotina, que gritó: 'Yo, para trabajar así, no trabajo'.
Pese a que Osasuna tiene un partido importante hoy, en Anoeta, ante la Real, un rival directo por la salvación, poco se ha hablado de él. Lotina ofreció una conferencia de prensa y aún sacó más de quicio las cosas: 'Mi reacción ha sido desmedida. Pido perdón a ese señor y a los socios. Pero, si mi presencia va a dividir y perjudicar, tomaré las medidas oportunas'.
De un grano de arena se había hecho un castillo. Lotina, en tela de juicio, ponía su cargo a disposición de la directiva. Pero, por si los acontecimientos no habían sido del todo incongruentes, el presidente, Javier Miranda, irrumpió con fuerza en el asunto, abandonando para ello el Camino de Santiago que estaba recorriendo: 'Si alguien vuelve a molestar al entrenador, la junta dimitirá y se convocarán elecciones'. Una medida desproporcionada. Un equipo cuyo bajo presupuesto hace que el objetivo de la temporada sea eludir el descenso, con problemas típicos de un grande. Gancedo ha encendido la mecha y quizá por ello se ha quedado fuera de la convocatoria con vistas a la Real. Ahora habrá que ver si los problemas acaban por dinamitar el club.
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