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La desidia municipal arruina el barrio Seu-Xerea de Valencia

El barrio de Seu-Xerea, en el centro histórico de Valencia, alberga la tercera parte de los edificios monumentales protegidos de la capital, desde el Palau de la Generalitat hasta el Palau de Cervelló pasando por la Catedral. Pero las casas nobles conviven con 45 solares utilizados como aparcamiento cuando resultan accesibles; 98 edificios vacíos que amenazan ruina; y al menos 73 construcciones residenciales con una ocupación inferior al 30%. En conjunto, el barrio acumula un total de 1.200 viviendas vacías.

El pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobó en diciembre de 1992 un Plan Especial de Protección y Reforma Integral (PEPRI) del barrio que establecía cuatro unidades de actuación encaminadas a la recuperación del espacio público y la restricción del tráfico rodado hasta alcanzar la peatonalización integral de un 50% de la zona y la construcción de varios aparcamientos para residentes que permitieran el disfrute del entorno libre de vehículos.

Nueve largos años después, el Ayuntamiento no ha impulsado ninguna actuación, según denunció ayer Ana Noguera, portavoz del Grupo Socialista en la corporación municipal. Sólo ha incrementado la edificabilidad de algunos solares para hacerlos más atractivos a la iniciativa privada, una propuesta que sigue pendiente de aprobación por parte de la Consejería de Obras Públicas.

La Plaza de Nápoles y Sicilia se ha urbanizado sin atender al proyecto previsto de construcción de un aparcamiento para residentes. El Ayuntamiento ha intervenido en el Palau de Cervelló, en la Plaza de Tetúan, pero sólo cuando el edificio estaba a punto de derrumbarse. Y el patio trasero de la futura sede del archivo municipal concentra las calles más degradadas del barrio.

Las Cortes Valencianas mantienen abandonado un solar en la calle Salvador; la Plaza de Manises sirve a diario como aparcamiento de coches oficiales y es habitual que coches y motos crucen la Plaza del Arzobispo ante la pasividad administrativa.

El Ayuntamiento puede exigir la recuperación de edificios a través de una orden de ejecución. Si los propietarios incumplen la obligación urbanística de mantener en buen estado el exterior de sus residencias en el plazo de un año, el Ayuntamiento puede expropiar los edificios de acuerdo con su valor catastral para incorporarlos al registro municipal de solares y promover su rehabilitación a través de concursos públicos. Pero la corporación que preside Rita Barberá ha evitado ejercer sus derechos en Seu-Xerea.

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Noguera denunció la ausencia de responsabilidades ante el flagrante incumplimiento de acuerdos adoptados por el pleno municipal, lamentó la aparente 'gratuidad' de los compromisos de gobierno y apuntó a oscuros intereses especulativos para explicar la desidia municipal.

La población del barrio se ha reducido por encima del 60% en los últimos 30 años y algunas empresas han acumulado un creciente número de solares y edificios ruinosos como inversión.

'Ha llegado el momento de que los políticos asuman la iniciativa y desplacen a la iniciativa privada', concluyó Noguera.

Un solar junto a la calle de Nuestra Señora de las Nieves.
Un solar junto a la calle de Nuestra Señora de las Nieves.MÓNICA TORRES

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