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LA LUCHA ANTITERRORISTA

La policía detiene al 'comando Donosti' y halla un coche bomba en casa de un edil de Batasuna

Rajoy sostiene que el arresto del concejal prueba que la coalición tiene 'cargos electos que matan'

La policía dio ayer por desarticulada 'la estructura central' del comando Donosti de ETA con la detención en Vizcaya y Guipúzcoa de siete presuntos terroristas. El grupo estaba acabando de montar un coche bomba, recién robado en Mondragón y con placas de matrícula falsas, para utilizarlo en un atentado 'inminente'. El vehículo estaba en un garaje de la casa de Asier Altuna, edil y portavoz de EH (hoy Batasuna) en Azkoitia, un dato que, a juicio del ministro del Interior, Mariano Rajoy, prueba que la coalición tiene 'cargos electos que asesinan'.

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La operación, en la que han participado 170 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, ha permitido la captura de dos liberados de la banda, Luis Mariñelarena Garciandía, de 25 años, y Roberto Lebrero Panizo, de 26. El primero de ellos formó parte con anterioridad del comando Ituren, responsable del asesinato de Buesa y su escolta, perpetrado en Vitoria el 22 de febrero de 2000, y del intento de asesinato del diputado general de Álava, Ramón Rabaneda, del PP. El segundo se había fogueado con atentados contra varias sucursales bancarias hasta que logró escapar de una operación de la Ertzaintza el 14 de agosto de 2000.

Las detenciones comenzaron a las dos de la madrugada con la captura en Azkoitia de Asier Altuna Epelde, de 27 años, concejal de Batasuna en dicha localidad y sobrino de Román Sudupe, diputado general de Guipúzcoa (PNV).

La policía encontró en un garaje de Altuna un Ford Fiesta blanco recientemente robado en Mondragón, que ya tenía puestas placas falsas de matrícula y los primeros elementos electrónicos para convertirlo en coche bomba. Rajoy, destacó la condición de cargo público de Altuna como una prueba de que 'ETA y su complejo de apoyo son lo mismo, por si alguien tenía alguna duda': Batasuna 'tiene militantes y cargos electos que asesinan, matan y atentan contra la vida y la libertad de las personas', insistió. Poco después era detenida en la misma localidad guipuzcoana Igone Baztarrika Salegi, de 22 años.

La operación, coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco, llevó a la detención de Iñaki Ibaibarriaga Irametegi, de 46 años y ex concejal de HB en Ondárroa, y su hija Oritz Ibaibarriaga Azpiri, de 21 años. El séptimo arrestado fue Ángel Murgoitio Rivera, de 31 años, localizado en Soraluze como los dos liberados. La policía, además del coche bomba, ha localizado en la última localidad citada abundante documentación sobre objetivos, 64 kilos de dinamita Titadyne, cuatro pistolas, un subfusil, varias granadas y tubos para lanzarlas, varias bombas lapas listas para colocar, al menos un teléfono móvil preparado para activar explosivos y mandos a distancia para iniciar coches bomba.

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Los investigadores indagan si este grupo es el autor de la colocación durante este año de cuatro coches bomba en los aeropuerto de Málaga y Madrid, en el Palacio de Justicia de Vitoria y en Salou (Tarragona). Además se estudia su implicación en el asesinato, el 14 de julio, de José Javier Múgica, edil de UPN en Leitza (Navarra), entre otros atentados.

Los historiales de Mariñelarena y Lebrero, los dos liberados del grupo desarticulado, tienen diversas similitudes: su procedencia de la infraestructura etarra en Álava (hoy desmantelada), una actividad operativa intensiva tras la tregua en dos comandos legales de Vitoria (desarticulados hace un año) y su procedencia de la violencia callejera a través de Jarrai. El perfil tipo del etarra tras la tregua.

El traslado de estos dos terroristas a Guipúzcoa para reforzar el complejo Donosti, habitualmente integrado por la cantera guipuzcoana, es reveladora. Indica que la desarticulación sucesiva este año de los grupos Ttoto, Gaua, Sugoi, Xosua, Torrevieja y, recientemente, su principal comando, el Buruntza, responsable de once muertes, han debilitado significativamente la columna vertebral de ETA tras la tregua, responsable de un tercio de los asesinatos cometidos durante estos dos años. Los expertos expresaban ayer su asombro al comprobar que ETA hubiera tenido que recurrir a 'retales' de otros comandos de fuera de Guipúzcoa para organizar la que consideran 'estructura central' del Donosti, una vez eliminado el Buruntza.

Más sorprendente aún es que el principal colaborador legal (no fichado) del nuevo comando sea el portavoz de EH en Azkoitia, Asier Altuna. La separación entre las organizaciones políticas y el aparato militar ha sido una norma estricta que ETA ha mantenido con rigor como medida de seguridad para el frente militar y de protección para el político. La creciente implicación de cargos públicos de la izquierda abertzale en la actividad terrorista es una novedad que indica una gran debilidad de la cantera etarra considerada hasta ahora inagotable.

Importante golpe al 'comando Donosti'
Importante golpe al 'comando Donosti'EL PAÍS

Uno de los asesinos de Buesa y Díez

Luis Mariñelarena Garciandia es uno de los tres integrantes del comando Ituren, autor del asesinato con coche bomba de Fernando Buesa, secretario general de los socialistas alaveses, y de su escolta, el ertzaina Jorge Díez, el 22 de febrero de 2000. Este terrorista, nacido en Pamplona y residente en Etxarri Aranaz, ingresó en ETA en 1997, con 22 años, a las órdenes directas de Francisco Javier García Gaztelu, Txapote. A pesar de haber sido adiestrado en Francia ese año, la declaración de alto el fuego en septiembre de 1998 impidió el estreno del grupo e impuso un paréntesis en su actividad. Tras la ruptura de la tregua, en diciembre de 1999, el comando Ituren es activado con el encargo de asesinar al dirigente socialista. Lo intentaron varias veces hasta conseguirlo el 22 de febrero de 2000. Aunque éste fue el único atentado ejecutado por el grupo entonces legal (no fichado), intentaron también asesinar con otro coche bomba al diputado general de Álava, Ramón Rabanera (PP), y tenían bajo su vigilancia como futuros objetivos al menos a una docena de personas, especialmente políticos del PP y del PSE. Todo ello desde un piso franco en Vitoria donde guardaban 80 kilos de explosivos, bombas lapa y tres pistolas y un subfusil. Al sospechar que estaban vigilados, los tres etarras -Asier Karrera, ya encarcelado, y Diego Ugarte, además de Mariñelarena- se dieron a la fuga en julio de 2000. El retorno del último al comando Donosti revela que ETA se ve obligada a replegarse en Guipúzcoa, donde los etarras se sienten más protegidos. Roberto Lebrero, el segundo liberado (a sueldo) detenido ayer, también procede de Álava.

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