Nueva condena para el menor cuya madre pidió que la Junta asumiera su guarda

En un juicio rápido, en los que tanto el fiscal como el defensor están de acuerdo en la naturaleza del delito y en la condena que merece, se fijó el destino inmediato del joven sevillano M. S. P., de 15 años de edad. Este chaval, cuyo caso pionero se hizo famoso tras la súplica de su madre para que la Administración se hiciera cargo del mismo ante su imparable entrada en el mundo de la droga y la delincuencia, pasará los próximos nueve meses en reclusión en carácter de semi libertad .

Su familia, su abogado, la Fiscalía y la Consejería de Asuntos Sociales anhelaban esta condena. Y es que el chaval dejó el colegio y empezó a consumir bazuko (una mezcla de heroína y cocaína de baja calidad) y, por supuesto, a delinquir para pagarse el hábito. Su madre, Luisa Palomino, viuda, pidió ayuda y el caso se vio enmarañado en la terminología legal. El abogado pedía la 'guarda administrativa' amparándose en la ley autonómica de protección del menor. La Junta se negaba a aceptar la 'tutela'. Pero entre todos, se adelantaron los juicios por hurto y robo que tenía pendientes y ayer se ordenó un nuevo encierro.

M. S. P. salió el pasado día 7 del centro Bahía de Cádiz tras cumplir tres meses de condena por un hurto. Ahora, la condena por el robo de unas gafas de sol tras romper la cerradura de un coche le devolverán al mismo centro, en donde los técnicos lo esperan ya que su recuperación fue notable en los tres meses que pasó allí.

Este chaval irá ahora al colegio y abandonara su conflictivo barrio. Su abogado, José Antonio Bosch, estaba ayer feliz, pero advertía de que éste es tan sólo el primer caso de un montón de adolescentes sin futuro, cuyas familias acudirán a los poderes públicos en busca de una última oportunidad.