Beiras ironiza sobre los 12 años de gestión de Fraga

'Con Fraga hemos tenido 11 años de vacas flacas y un año de vacas locas', ironizó ayer Xosé Manuel Beiras. Es el balance de los 'doce años de desgobierno del PP' que hizo en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) el candidato nacionalista a la presidencia de la Xunta. 'Ya que parece imposible que Fraga haga ese balance, no se atreve, y mucho menos a debatirlo conmigo, porque para hacer balances hay que saber contabilidad y ellos sólo saben contar los votos con los dedos', remachó Beiras.

El candidato nacionalista dio un repaso, entre el rigor y la parodia, a las promesas y realizaciones de las diversas consejerías de la Xunta. En Agricultura, por ejemplo, el PP se comprometió en la campaña de las anteriores elecciones autonómicas a que los ganaderos no pagarían la supertasa: agua de borrajas. Como la constitución de un grupo lácteo gallego, que también fracasó en la última legislatura, 'por no hablar de los 200.000 empleos desaparecidos en el sector desde 1989'.

Beiras prosiguió denunciando la privatización de la sanidad que ha avanzado el PP en Galicia o el 'extraordinario desarrollo' alcanzado por la 'consejería de cemento y obras públicas', que ha posibilitado, dijo, 'la inauguración por Aznar de dos traviesas del AVE'. 'Con el dinero que destinan los Presupuestos del Estado para Galicia, el próximo año podrán inaugurar otras dos traviesas', añadió.

'En el BNG', concluyó Beiras para animar el voto nacionalista, 'tenemos las ideas, el programa, las personas, la ilusión y la vitalidad necesaria para sacar adelante este país, entre todos'.

Todos los portavoces nacionalistas se muestran 'muy satisfechos' del desarrollo de la campaña. La afluencia a los mítines -al de ayer en Vilagarcía asistieron unas 800 personas- les está propiciando agradables sorpresas. Los de Beiras desbordan los aforos preparados al efecto, pero también constata el aparato nacionalista una insólita asistencia a los actos organizados en lugares más o menos remotos y con candidatos de segunda fila.

'Lo que está sucediendo aquí no es surrealismo, sino realismo mágico', apuntó en relación con el voto emigrante, al que no concedió demasiada importancia en los resultados definitivos 'porque después de lo visto, son votos deslegitimados por la opinión pública. Me interesan los votos que se emitan aquí, y si el PP pierde en ese recuento, todo el mundo sabe que habrá perdido las elecciones'.