Supremacía asegurada

LA NUEVA VFR 800 tiene todo lo necesario para permitir a Honda conservar su supremacía entre las sport-turismo, concepto que inventó prácticamente con la primera VF a principios de los ochenta y que ha dominado desde entonces. Cuesta 2.069.900 pesetas y tiene argumentos suficientes para mantener a sus rivales en segundo plano.

Las sport-turismo son motos de media y alta cilindrada pensadas para viajar. Tienen que ser cómodas, con espacio para acompañante y equipaje, y buena autonomía; rápidas, ligeras y estables para comportarse con eficacia en conducción deportiva, y también refinadas para hacer agradables los viajes.

Este difícil compromiso se ha resuelto con brillantez en la VFR 800. La estética, de líneas suaves pero angulosas, convence a primera vista. Todo está cuidado al detalle, con una terminación impecable, ajustes perfectos en las piezas de la carrocería y una instrumentación muy completa que combina relojes analógicos y digitales.

SUAVIDAD EJEMPLARLa mecánica de la Honda VFR 800 es muy avanzada y peculiar. El motor, un cuatro cilindros en V a 90º, sirve de estructura al bastidor, que es de aluminio perimetral y lleva un basculante monobrazo anclado al cárter. Desarrolla 110 CV y destaca por su ejemplar suavidad. Gracias a su avanzado sistema de inyección electrónica, combina consumos ajustados y bajas emisiones. Pero, sobre todo, responde con una suavidad ejemplar desde bajas revoluciones y se estira hasta el límite de vueltas con poderío y sin la menor vibración. El conjunto se completa con el sistema de frenado integral CBS, una patente de Honda, que coordina la acción de los frenos en los dos ejes y mejora la seguridad.