Abierto durante 14 horas
Funciona como bar y restaurante desenfadado. Es ideal para tapear sentado o realizar una cena informal antes o después de cualquier espectáculo. Su ambiente no puede ser más neoyorquino. Y su horario, extraordinariamente largo, abarca desde las once de la mañana hasta la una de la madrugada. En las raciones para picar reside su mayor atractivo. Con el complemento de un pan con tomate excelente se paladean platos de jamón ibérico, surtidos de embutidos catalanes y de cerdo ibérico, anchoas en salazón y un delicado carpaccio de hongos al aceite de trufas. No desmerecen otros platos fríos: carpaccio de calamar, tartar de salmón, ensalada de escarola con parmesano, e incluso consiguen destacar con el bacalao y las carrilleras de ibérico guisadas. Para los bolsillos pudientes hay disponibles dos tipos de caviar en tarrinas de distintos pesos. Remata su oferta la bodega, muy interesante, donde figuran champañas y una amplia selección de vinos españoles de última moda. Tampoco desmerece el servicio, de corte moderno, perfectamente adaptado al ambiente y las características del entorno.