Los talibán afirman que los ataques han causado ya más de 200 muertos
Los bombardeos sobre Afganistán alcanzaron ayer su mayor intensidad tras cinco días ininterrumpidos de ataques. Los aviones estadounidenses atacaron día y noche y sus objetivos se ampliaron, por primera vez, a tropas y cuarteles de la milicia talibán, además de campamentos de la organización Al Qaeda, dirigida por el millonario saudí Osama Bin Laden. En la operación militar de represalia por los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre, el Gobierno talibán denunció ayer la muerte de más de 140 civiles, la mayoría en Torghar, un pueblo cercano a Jalalabad, al este, cerca de la frontera con Pakistán.
Según Abdul Salam Zaif, embajador talibán en Pakistán, también fue alcanzada por una bomba la mezquita del pueblo. En total, y desde el pasado domingo, los talibán elevan a casi 200 las víctimas mortales. No hay confirmación independiente de esas cifras. En Washington, el presidente George W. Bush prometió a los militares que tendrán acceso a 'todos los recursos, todas las armas, todos los medios necesarios para hacer segura la victoria'.
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