Nuevos ataques racistas de hinchas del Lazio

El internacional italiano Fabio Liverani, reciente fichaje del Lazio, ha sido objeto de pintadas racistas en las calles de Roma y en el centro deportivo del club, en Formello, al norte de la capital. Los ultras de la entidad que preside Sergio Cragnotti no sólo han atacado el color de su piel, negro, sino también sus contactos con el equipo rival de la capital, el Roma, que intentó hacerse con sus servicios antes de decidirse a fichar por el Lazio.

'Liverani, cerdo romanista' o 'Liverani, sucio negro' son algunas de las inscripciones que han aparecido en las paredes de Roma. En respuesta a estos ataques, unos 5.000 seguidores del Lazio acudieron ayer al entrenamiento del equipo y ovacionaron de forma reiterada a Liverani, que ya ha sido convocado en dos ocasiones por la selección italiana. 'Tenemos una gran relación con él y estamos siempre muy cerca de él dentro y fuera del campo', subrayó Claudio López al término del ensayo.

Liverani, ex centrocampista del Perugia, de 25 años, hijo de padre italiano y madre somalí, firmó el mes pasado un contrato que le liga al Lazio para las cinco próximas temporadas. Es el segundo jugador negro que viste la camiseta blanquiazul, después del holandés Aaron Winter en los años 90. Además de por sus cualidades futbolísticas, Cragnotti le fichó en un intento por acabar precisamente con el racismo mostrado por una parte de su hinchada, que se ha reproducido de manera constantemente en las últimas campañas.

El Congreso Extraordinario de la UEFA aprobó ayer en Praga, por unanimidad, dotar a la Comisión Disciplinaria de la autoridad necesaria para obligar a disputar a puerta cerrada los encuentros en los que los aficionados muestren comportamientos racistas. Joseph Mifsud, miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA, alertó a los asistentes a la asamblea sobre el aumento del número de incidentes racistas que se han registrado en los estadios europeos.

'El numero de procedimientos disciplinarios relacionados con incidentes de carácter racista ha llegado a unos niveles alarmantes y sigue creciendo', afirmó Mifsud, que reconoció la ineficacia de las medidas adoptadas hasta ahora por la UEFA para atajar este problema.